Amazon ha tomado medidas para que los robots no se lleven por delante a los trabajadores de carne y hueso. No se trata de una metáfora sobre el desempleo a causa de la automatización. Literalmente, la empresa busca prevenir accidentes que puedan producirse por la incapacidad de las máquinas de detectar la presencia de las personas.
Para evitar los accidentes ha desarrollado un arnés que consiste de un cinturón conectado a un par de tiradores. Esta vestimenta emite una señal que le avisa a los robots que un ser humano ocupa el espacio en el que iban a realizar sus acciones, lo que les permite prevenir cualquier tipo de choque.
El equipo está especialmente pensado para las ocasiones en las que un operario deba realizar tareas de mantenimiento en un área densamente poblada por robots. Los robots tendrán en ese momento la información sobre la ubicación del profesional y podrán ajustar sus actividades en relación a sus movimientos. De esta manera no solo se consigue seguridad, sino que la empresa evita la necesidad de apagar el funcionamiento del sector en su totalidad mientras se realiza el trabajo.
Este arnés parece ser una respuesta al accidente producido hace un mes. En dicha ocasión un robot perforó una lata de repelente de osos afectando a 50 trabajadores, de los cuáles 24 tuvieron que ser hospitalizados. Amazon había señalado que la seguridad de sus trabajadores era siempre su primera prioridad y una investigación completa estaba en marcha. Sin embargo, por mucho tiempo la seguridad parece no haber sido el aspecto más importante. La compañía ha sido incluida en la lista de las 12 empresas con ambientes más peligrosos para trabajar en Estados Unidos. Una de las razones señaladas fue la muerte de 7 trabajadores desde 2013. También se han reportado una gran cantidad de lesiones.