Los iPhones y los iPads no sólo son los dispositivos tecnológicos más buscados por el público, sino también por los amigos de lo ajeno. En la ciudad de Nueva York, el robo de estos aparatos ha alcanzado niveles tan preocupantes que la Policía tuvo que crear un equipo especial de agentes para rastrearlos y devolverlos a su legítimos dueños, dependiendo para ello de la colaboración de Apple. La unión de fuerzas conjuntas se produjo luego de que el Comisionado de la Policía neoyorquina Ray Kelly, acusara a Apple del aumento del crimen en esa ciudad.
Cada vez que un aparato de Apple es robado, los detectives intentan conseguir el número de registro, conocido como IMEI, el que una vez obtenido es compartido por el Departamento de Policía junto con la empresa de Cupertino. Con ese número, Apple tiene la posibilidad de informar a las autoridades sobre la ubicación exacta del equipamiento robado, aunque haya recibido una operación de jailbreak y cambiado de carrier.
El vocero de la Policía de Nueva York, Paul Browne, declaró que “estamos buscando la mejor manera de detectar a aquellos individuos que han robado productos de Apple para poder devolvérselos a sus propietarios. Estamos analizando los patrones de robo y hasta ahora los resultados fueron muy positivos.” Para lograr ese objetivo incluso han colocado agentes encubiertos en los puntos estratégicos de la ciudad en donde se produce la mayor cantidad de robos de productos de Apple, persiguiendo a los malhechores hasta las últimas consecuencias. Por ejemplo, un iPad robado fue rastreado hasta la República Dominicana y secuestrado por la Policía en la ciudad de Santo Domingo.
Hasta el momento, un 74 por ciento de los dispositivos fueron recuperados. Muchos de ellos fueron puestos en venta en sitios online de productos usados, y terminaron siendo confiscados por las autoridades policiales, incluso luego de haber sido adquiridos por personas que ignoraban su procedencia ilegal.