Apple ha puesto a disposición de los usuarios de iPhone en Estados Unidos, Canada, Australia y Nueva Zelanda una herramienta que les permite observar, cambiar y eliminar los datos que el dispositivo recolecta. También es posible suspender la cuenta en Apple o incluso borrarla permanentemente.
Esta opción ya estaba disponible en Europa, como consecuencia de las exigencias que las regulaciones habían impuesto sobre la compañía. También había sido ofrecida en otras regiones, pero la importancia de los mercados recientemente incluidos apunta a que la compañía ha adoptado esta función como un nuevo estándar.
La compañía creada por Steve Jobs intenta de esta manera utilizar esta nueva práctica como una ventaja frente a sus competidores. Cuando Facebook sufrio el impacto del escándalo provocado por el mal uso de datos en su red por parte de la Compañía Cambridge Analytica, Tim Cook, CEO de Apple, explicó que a su empresa no le hubiera podido ocurrir lo mismo. Esta búsqueda por despegarse de la mala imagen que algunos de sus competidores han adquirido también ha llevado a la empresa a expandir la guía para usuarios para el ajuste de la configuración de privacidad.
En general, Apple intenta mantener los datos de sus usuarios en los dispositivos y bajo un sistema de encriptación. Sin embargo, cierta información es capturada por sus servidores. Esto permite, por ejemplo, que la tienda de aplicaciones pueda realizar sugerencias a los usuarios.
La experiencia de la empresa en Europa parece haber sido positiva y haber transformado una obligación en una oportunidad.