El gobierno chino ha planteado una serie de medidas para el futuro desarrollo económico del país estableciendo qué sectores deberían fomentarse y cuáles deberían dejarse de lado. La Comisión Nacional de Desarrollo y Reforma ha publicado un documento con un conjunto de recomendaciones que deberán someterse a consulta pública. Una de ellas supone la prohibición de la minería de criptomonedas.
La razón para esta medida sería la gran cantidad de energía que estas actividades consumen. Esta situación ya había sido advertida en 2005, y algunas autoridades del gobierno habían señalado que de ser necesario habría que eliminar dicha industria.
El bajo costo de la energía en China ha sido la causa del surgimiento de mucho emprendimientos relacionados con la minería digital. Más del 70% de los centros dedicados a esta actividad se encuentran en este país. Sin embargo, si las recomendaciones se hacen efectivas esa realidad podría cambiar. La actitud del gobierno chino ya ha provocado que muchas empresas busquen otros países para operar, lo que contribuiría a un mapa de la industria a nivel global más distribuido. Salvo, por supuesto, que otro país surja como el nuevo paraíso de la minería de criptomonedas.
El problema del consumo
China no es el primer país en quitarle su apoyo a la industria luego de observar el consumo eléctrico. En Noviembre de 2018 Noruega había eliminado los subsidios al bitcoin al considerar que la cantidad de energía que necesitaba la actividad la convertía en una industria sucia. Hace unos meses un estudio científico de la Universidad de Hawaii había establecido que el bitcoin podría tener un impacto muy negativo y contribuir al cambio climático. Aunque el trabajo tuvo algunas críticas por asumir ciertas variables, es otro ejemplo de la preocupación que existe por el nivel de consumo energético que algunas nuevas tecnologías suponen.