Durante 2018 las autoridades de varios países comenzaron a examinar las prácticas comerciales aplicadas en algunos videojuegos. Uno de los sistemas más cuestionados fue el de los loot boxes (Cofres de recompensas adquiridos a menudo a través de dinero real, directa o indirectamente, y con resultados al azar). En Bélgica se determinó que eran similares a los juegos de azar y debían regularse de la misma manera. EA, una de las empresas que más ha explotado este sistema como fuente de ingresos defendió su uso y señaló que esperaba tener la posibilidad de seguir utilizándolo. Sin embargo todo parece indicar que la empresa ha entrado en razones (ha sido forzada a entrar en razones) en dicho país, porque a partir del 31 de Enero dejará de vender la moneda interna del juego en la serie FIFA, los puntos FIFA.
EA aún mantiene que no ha hecho nada incorrecto y que está en desacuerdo con el gobierno belga sobre la interpretación de la ley. Por otro lado la empresa señaló que había revelado las posibilidades de recibir los diferentes ítems en juego por lo que entiende que le estaba ofreciendo opciones a los jugadores.
Lo cierto es que el tipo de loot boxes que emplea EA (no todos los juegos utilizan el mismo diseño) es ampliamente criticado por consumidores y medios dedicados a los videojuegos. La evaluación que ha realizado Bélgica y otros tantos países no va en contra de lo que la comunidad gamer opina. China y Japón ya han comenzado a trabajar en regulaciones para este sistema de compras internas. La Comisión Federal de Comercio de los Estados Unidos también está investigando la práctica.
El problema para EA es que una gran parte de su modelo de negocio se sostiene en las micro transacciones realizadas en sus juegos más exitosos. Al mismo tiempo la compañía viene sufriendo una lenta pero fuerte erosión en su imagen a raíz de sus prácticas comerciales.