El X lab de Google se despachó con un proyecto increíble: unió 1000 computadoras en una red neuronal con mil millones de conexiones y un total de 16 mil núcleos y mandó a este cerebro electrónico a YouTube a buscar gatos. Si, así de raro y fascinante.
La visita a YouTube no fue para perder tiempo, sino que, luego de ubicar muchas imágenes (10 millones, para ser más precisos) tomadas de videos aleatorios, la máquina neuronal pudo aprender por sí misma cómo eran los gatos. La importancia científica radica en que, en experimentos similares, la idea de “aprendizaje” se guía y supervisa externamente por humanos, cosa que no fue necesaria en este caso.
El objetivo era que la computadora pudiera llevar adelante una detección de rostro sin imágenes de referencia, simplemente buscando videos y generando los patrones de reconocimiento por sí misma. Por eso los gatos: internet está repleto de imágenes de ellos. Una vez aprendidos estos patrones, el reconocimiento de la figura felina se dio con un 15.8% de precisión sobre 20 mil categorías de objetos, lo que, de acuerdo a los investigadores, representa un 70% más que en estudios previos.
“La idea es que, en lugar de tener un grupo de investigadores tratando de encontrar la forma de establecer límites, uno pueda tirar un montón de datos al algoritmo, permitir que los datos hablen, y dejar que el software aprenda automáticamente de esos datos” decía uno de los investigadores de la Universidad de Stanford.
La investigación se enmarca en un nuevo enfoque dentro de las ciencias de la computación, que se asocia al desarrollo de enormes computadoras ubicadas en data centers. Este tipo de trabajos avanza en tópicos tales como la percepción y visión de las máquinas, reconocimiento de voz o traducción de idiomas.
Los detalles completos de esta investigación serán revelados en un par de días durante una conferencia en Edimburgo.