El proyecto de ley pretende que los sitios web establecidos en el estado norteamericano de Nueva York borren “cualquier comentario escrito por un visitante anónimo, a menos que ese visitante acuerde agregar un nombre (de autor) a ese escrito”. De establecerse como ley violaría, según algunos medios, la Primera Enmienda de la Constitución de Estados Unidos.
El proyecto involucra desde blogs hasta diarios, y extiende su alcance a “cualquier sitio de discusión donde la gente pueda mantener conversaciones en forma de mensajes escritos“. Además exige a los sitios tener “claramente visible en cualquier sección” un número de teléfono o correo electrónico adonde enviar las peticiones de veto de esos comentarios.
La Primera Enmienda de la Carta Magna norteamericana establece que “el Congreso no hará ley (…) que coarte la libertad de expresión o la de prensa“, con lo cual algunos analistas creen que esta eventual ley no podría atravesar ningún control constitucional.
Jim Conte, legislador republicano e impulsor del proyecto, dice que la ley buscaría acabar con los “ataques políticos infundados” y echar luz sobre los cyberbullies, “forzándolos a revelar su identidad“. Según cuenta el miembro de la Asamblea neoyorkina, el proyecto tiene tres ejes para censurar los comentarios anónimos en internet: evitar el bulling, proteger a los comerciantes ante la competencia desleal (Conte dice que “muy frecuentemente negocios rivales escriben comentarios negativos falsos para perjudicar a la competencia” en foros de consumidores), y por último evitar los ataques políticos que “no agregan nada al debate real”.
En contraparte, desde el Center for Democracy and Technology, dijeron que la ley “esencialmente destruiría la capacidad de hablar de forma anonima en sitios de Nueva York”, agregando que permitiría el veto de un comentario por parte de cualquiera que esté en desacuerdo, solo por que ese comentario no está asociado a un nombre.