MAR, 15 / JUN / 2010

RedUSERS te explica la interactividad en la TV digital

La televisión digital inaugura nuevas experiencias para el usuario, como una mejora en la calidad de la imagen, mayor cantidad de señales y la recepción desde dispositivos móviles. Pero, sin dudas, la mayor novedad es que la caja ha dejado de ser “tan boba” y permite la interacción con los usuarios. Esto es posible gracias al set-top-box, que además de sintonizar la señal es una especie de computadora limitada con procesador, disco duro y memoria. En estos aparatos se ha preinstalado Ginga, que un software brasileño que actúa como un “middleware”, es decir, un interpretador de código, en los set-top-boxes y distribuido bajo la licencia de código abierto. Hablamos en exclusiva con Luiz Fernando Gomez Soares, profesor de la Pontífica Universidad Católica de Río de Janeiro y líder del grupo desarrollador de Ginga, quien nos indicó que existen dos tipos principales de aplicaciones que pueden crearse para TV digital: “las residentes, que no requieren Internet, como la guía de TV y  juegos; y las recibidas por el canal de interactividad (por ejemplo, vía Internet), como juegos, aplicaciones de salud y educación, widgets en general (información del clima, de fútbol, RSS), y hasta filmes interactivos, como los sistemas de VoD (Video on Demand) de la IPTV”. Pero existe un tercer grupo que, según Gomez Soares, es el que más interesa a las cadenas de TV: los programas no lineares. “Se trata de un programa de TV compuesto por el video y audio principales, pero también de otros datos transmitidos en conjunto, que pueden ser otros videos, sonidos, imágenes, textos, etc. Las relaciones temporales entre todos esos objetos multimedia pueden ser guiadas por interacciones del espectador, decidiendo el set-top-box si un contenido específico debe ser exhibido o no, y de qué forma. Como el flujo del programa de TV deja ser continuo en su exhibición, se llama ‘no líneal'”, explica el docente. Carlos Rolandelli, presidente de RYACO, una compañía argentina que se especializa en el desarrollo de sistemas para televisión, lo define de una manera más sencilla: “Hay dos distintas formas de interactividad: la real y la peudo-interactividad. En la primera, un ejemplo es que el televidente vote para que se vaya un integrante de un reality show mediante el control remoto y esa información viaja en línea, a través de Internet, y llega a los productores del programa”. “En cambio, en la pseudo-interactividad, que no requiere Internet, mientras el televidente mira un programa de cocina el set-top-box baja información recibida desde la señal de TV sin que el usuario lo perciba, donde puede encontrarse el texto de la receta. El conductor del programa le dice al televidente que presione el botón verde para leer la receta y se desplegará en la pantalla”, añade el ejecutivo. Sin dudas, la posibilidad de tener una salida a Internet hace más interesante las posibilidades interactivas de la TV digital. Según Gomes Soares, tiene dos ventajas, “primero, el televidente no queda limitado a los datos enviados por el radiodifusor, sino que puede navegar además los datos de Internet siempre que el autor de la aplicación o el radiodifusor se lo permitan; y segundo, el también podrá enviar datos, por ejemplo, su tarjeta de crédito para comprar un producto, su voto en una aplicación de T-govermment, su opción en un programa de preguntas y respuestas, etcétera”. Pero este tipo de interactividad no estará disponible inmediatamente en la Argentina. Según Rolandelli, “si bien el decodificador tiene una ficha Ethernet para conectar a Internet, pero esto no será posible en una primera etapa por el target al cual apunta el Gobierno, que está entregando gratuitamente 1.200.000 decodificadores a lo que definen como el sector ‘más vulnerable’ y que no poseen abono a Internet”. Cómo funciona Ginga Como se dijo anteriormente, Ginga es el software preinstalado en los set-top-boxes lo que permite la interactividad y la “versión argentina” de ese middleware tiene una característica diferente a la versión brasileña: es Open Source. “Ginga es un desarrollo universitario de código abierto que no estaba terminado y aquí lo toma el LIFIA, el Laboratorio de Investigaciones de la Facultad de Ciencias Informáticas de la Universidad de La Plata, y empieza a trabajar para liberarlo en un estado operativo. Contrariamente, En Brasil, lo tomó una empresa privada, la cual sacó una versión de Ginga que es comercializable”, se explaya Rolandelli. La programación en Ginga se realiza en dos entornos “el declarativo NCL, que soporta los lenguages NCL y al de script LUA; y el imperativo, que da soporte a lenguaje Java”, indica Gomes Soares. “En ISDB-T, en terminales portátiles, sólo la opción Ginga-NCL es obligatoria; mientras que para la televisión IP, el ambiente Ginga-NCL es obligatorio y Java es opcional. En cambio, para los terminales fijos, no hay especificación. Flash no es soportado porque es una tecnología propietaria y la industria del entretenimiento siente adversión hacia tales desarrollos”. En la Argentina, el Gobierno obligó a los fabricantes a que los terminales fijos posean el ambiente Ginga-NCL, lo cual para Soares, fue “un mérito y un ejemplo a seguir, pues comienza la etapa de la TV digital con la interactividad, en cambio, Brasil cometió el error de iniciarla con los Zapper (sintonizadores sin interactividad)”. Para Rolandelli, “la programación es complicada, pues se trabaja con NCL y Lua, que no son lenguajes visuales”. Además, el programador se enfrenta a otros desafíos propios de la TV digital. “El set top box baja de la señal lo que se conoce como ‘carrousel de datos’, dentro del cual halla la información que requiere la aplicación, pero en caso de que el televidente haga zapping, el sep-top-box borra esa información para guardar la del canal actual. Por lo tanto, hay que manejar una cantidad de datos limitada”, asegura. Ante la dificultad para hallar los perfiles laborales, seis empresas que desarrollan programas para la industria televisiva nucleadas en la Cámara de Software y Servicios Informáticos (CESSI), el Ministerio de Planificación y el LIFIA firmaron un convenio para transferencia de conocimientos a cambio de aplicaciones interactivas para televisión digital. Por ello, RYACO está desarrollando la primera aplicación interactiva para TV digital sobre la Gripe A, donde el televidente es guíado sobre síntomas, centros sanitarios dónde acudir, etcétera. Es una especie de test que guía al usuario a través de preguntas sobre los síntomas qué debe hacer. Esta aplicación, justamente, no requiere la interacción “real”. Por Alejandro D’Agostino

La televisión digital inaugura nuevas experiencias para el usuario, como una mejora en la calidad de la imagen, mayor cantidad de señales y la recepción desde dispositivos móviles. Pero, sin dudas, la mayor novedad es que la caja ha dejado de ser “tan boba” y permite la interacción con los usuarios.

Esto es posible gracias al set-top-box, que además de sintonizar la señal es una especie de computadora limitada con procesador, disco duro y memoria. En estos aparatos se ha preinstalado Ginga, que un software brasileño que actúa como un “middleware”, es decir, un interpretador de código, en los set-top-boxes y distribuido bajo la licencia de código abierto.

Hablamos en exclusiva con Luiz Fernando Gomez Soares, profesor de la Pontífica Universidad Católica de Río de Janeiro y líder del grupo desarrollador de Ginga, quien nos indicó que existen dos tipos principales de aplicaciones que pueden crearse para TV digital: “las residentes, que no requieren Internet, como la guía de TV y  juegos; y las recibidas por el canal de interactividad (por ejemplo, vía Internet), como juegos, aplicaciones de salud y educación, widgets en general (información del clima, de fútbol, RSS), y hasta filmes interactivos, como los sistemas de VoD (Video on Demand) de la IPTV”.

Pero existe un tercer grupo que, según Gomez Soares, es el que más interesa a las cadenas de TV: los programas no lineares. “Se trata de un programa de TV compuesto por el video y audio principales, pero también de otros datos transmitidos en conjunto, que pueden ser otros videos, sonidos, imágenes, textos, etc. Las relaciones temporales entre todos esos objetos multimedia pueden ser guiadas por interacciones del espectador, decidiendo el set-top-box si un contenido específico debe ser exhibido o no, y de qué forma. Como el flujo del programa de TV deja ser continuo en su exhibición, se llama ‘no líneal'”, explica el docente.

Carlos Rolandelli, presidente de RYACO, una compañía argentina que se especializa en el desarrollo de sistemas para televisión, lo define de una manera más sencilla: “Hay dos distintas formas de interactividad: la real y la peudo-interactividad. En la primera, un ejemplo es que el televidente vote para que se vaya un integrante de un reality show mediante el control remoto y esa información viaja en línea, a través de Internet, y llega a los productores del programa”.

“En cambio, en la pseudo-interactividad, que no requiere Internet, mientras el televidente mira un programa de cocina el set-top-box baja información recibida desde la señal de TV sin que el usuario lo perciba, donde puede encontrarse el texto de la receta. El conductor del programa le dice al televidente que presione el botón verde para leer la receta y se desplegará en la pantalla“, añade el ejecutivo.

Sin dudas, la posibilidad de tener una salida a Internet hace más interesante las posibilidades interactivas de la TV digital. Según Gomes Soares, tiene dos ventajas, “primero, el televidente no queda limitado a los datos enviados por el radiodifusor, sino que puede navegar además los datos de Internet siempre que el autor de la aplicación o el radiodifusor se lo permitan; y segundo, el también podrá enviar datos, por ejemplo, su tarjeta de crédito para comprar un producto, su voto en una aplicación de T-govermment, su opción en un programa de preguntas y respuestas, etcétera”.

Pero este tipo de interactividad no estará disponible inmediatamente en la Argentina. Según Rolandelli, “si bien el decodificador tiene una ficha Ethernet para conectar a Internet, pero esto no será posible en una primera etapa por el target al cual apunta el Gobierno, que está entregando gratuitamente 1.200.000 decodificadores a lo que definen como el sector ‘más vulnerable’ y que no poseen abono a Internet“.

Cómo funciona Ginga

Como se dijo anteriormente, Ginga es el software preinstalado en los set-top-boxes lo que permite la interactividad y la “versión argentina” de ese middleware tiene una característica diferente a la versión brasileña: es Open Source. “Ginga es un desarrollo universitario de código abierto que no estaba terminado y aquí lo toma el LIFIA, el Laboratorio de Investigaciones de la Facultad de Ciencias Informáticas de la Universidad de La Plata, y empieza a trabajar para liberarlo en un estado operativo. Contrariamente, En Brasil, lo tomó una empresa privada, la cual sacó una versión de Ginga que es comercializable”, se explaya Rolandelli.

La programación en Ginga se realiza en dos entornos “el declarativo NCL, que soporta los lenguages NCL y al de script LUA; y el imperativo, que da soporte a lenguaje Java“, indica Gomes Soares. “En ISDB-T, en terminales portátiles, sólo la opción Ginga-NCL es obligatoria; mientras que para la televisión IP, el ambiente Ginga-NCL es obligatorio y Java es opcional. En cambio, para los terminales fijos, no hay especificación. Flash no es soportado porque es una tecnología propietaria y la industria del entretenimiento siente adversión hacia tales desarrollos”.

En la Argentina, el Gobierno obligó a los fabricantes a que los terminales fijos posean el ambiente Ginga-NCL, lo cual para Soares, fue “un mérito y un ejemplo a seguir, pues comienza la etapa de la TV digital con la interactividad, en cambio, Brasil cometió el error de iniciarla con los Zapper (sintonizadores sin interactividad)”.

Para Rolandelli, “la programación es complicada, pues se trabaja con NCL y Lua, que no son lenguajes visuales”. Además, el programador se enfrenta a otros desafíos propios de la TV digital. “El set top box baja de la señal lo que se conoce como ‘carrousel de datos’, dentro del cual halla la información que requiere la aplicación, pero en caso de que el televidente haga zapping, el sep-top-box borra esa información para guardar la del canal actual. Por lo tanto, hay que manejar una cantidad de datos limitada”, asegura.

Ante la dificultad para hallar los perfiles laborales, seis empresas que desarrollan programas para la industria televisiva nucleadas en la Cámara de Software y Servicios Informáticos (CESSI), el Ministerio de Planificación y el LIFIA firmaron un convenio para transferencia de conocimientos a cambio de aplicaciones interactivas para televisión digital.

Por ello, RYACO está desarrollando la primera aplicación interactiva para TV digital sobre la Gripe A, donde el televidente es guíado sobre síntomas, centros sanitarios dónde acudir, etcétera. Es una especie de test que guía al usuario a través de preguntas sobre los síntomas qué debe hacer. Esta aplicación, justamente, no requiere la interacción “real”.

Por Alejandro D’Agostino

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