En los meses previos a la salida al mercado del Samsung Galaxy SIII escasearon los datos certeros sobre el dispositivo, debido al hermetismo de la compañía surcoreana, que evitó a toda costa que se filtrará cualquier tipo de información. Gran parte del merito de la seguridad con la que se protegió la información relacionada con el dispositivo es del grupo de ingenieros que estuvo a cargo de su desarrollo.
Según ha informado Samsung en su blog oficial, los ingenieros realizaron su trabajo en un laboratorio custodiado bajo estrictas normas de seguridad (Tarjetas de seguridad y lectores de huellas digitales fueron algunos de los dispositivos utilizados) y al que sólo podían acceder un reducido número de personas. A su vez, cada prototipo que salía de ese edificio era transportado en una caja de seguridad y envuelto en un embalaje que lo cubría completamente. Las imágenes también fueron prohibidas, por lo que los ingenieron se vieron limitados a describir con palabras todo lo relacionado con la terminal.
La compañía reveló además que existieron tres prototipos del galaxy SIII para evitar cualquier tipo de filtración sobre el diseño del mismo. Estos fueron construidos como si fueran productos finales y se entregaron a los proveedores personalmente en lugar de utilizar empresas de logística para su envío.
Esta estrategia de seguridad sin precedentes llevada a cabo por los ingenieros de la firma surcoreana representa un claro cambio de estrategia en relación al desarrollo de sus productos y lo acerca bastante a la política similar llevada a cabo por Apple en el diseño de cada uno de sus equipos. ¿Es demasiado hermetismo para un sólo producto? Todo sea para alimentar la expectativa del consumidor 2.0.
Fuente: TheVerge.com