El rumor más grande de la tecnología de consumo se hizo oficial: las radiaciones que emiten los teléfonos celulares podrían generar celulas cancerígenas en los seres humanos. Así lo confirmó la Organización Mundial de la Salud a través de su Agencia Internacional de Investigación del Cáncer. Las pruebas están lejos de ser concluyentes, sin embargo levantaron una ola paranoica en los usuarios de todo el mundo quienes no podían creer la noticia.
La OMS situó a los teléfonos celulares en la misma categoría (denominada “2B”) en la que se encuentran los plaguicidas y los productos químicos que se utilizan en las tintorerías. Vale aclarar que en la misma categoría tambien ingresan el café y los embutidos, por lo que la alarma debería ser moderada.
Los datos, por el momento, son muy ambiguos: el panel de expertos convocados para la investigación no cuantificó el riesgo del uso del celular. Algunos estudios que datan de 2004 sugieren un incremento del 40% en la probabilidad de que se desarrolle un tipo de cáncer de cerebro, conocido como glioma, en usuarios que desde hace más de 10 años usan su celular más de 30 minutos por día.
La solución momentánea, para los científicos, sería el abandono de los llamados por celular y reemplazarlos por mensajes de texto o adoptar masivamente el sistema de manos libres para tener el aparato lo más lejos posible de la cabeza. Consultado por el diario Clarín, Roberto Pradier, director del Instituto Nacional del Cáncer de la Argentina, opinó: “Algo se sabía sobre el riesgo de los celulares a partir de estudios pasados. Este dictamen implica que hay que hacer un uso racional de los celulares. Quiere decir que no son inocuos, pero tampoco representan una alta peligrosidad”.
La intención de la comunidad científica es investigar a fondo el tema y mientras tanto, advertir a los usuarios sobre los riesgos del uso desmedido de celular.
Si todos tomáramos apocalípticamente el veredicto de la OMS deberíamos pensar en una freidera de cerebros en todo el mundo. Por eso, la clave está en ser racionales con el uso del celular y evitar lo más que se pueda el contacto directo de las radiaciones del equipo con la cabeza. La realidad indica que en Sudamérica, en países como Argentina y Chile, la tasa de penetración de los celulares supera ampliamente el 100%. Si nos ponemos a pensar en los millones de celulares dando vueltas por el mundo no queda otra que imaginar que las ciudades son gigantes hornos de micro-ondas.
RedUSERS seguirá investigando sobre el tema para mantenerlos siempre actualizados. Mientras tanto abrimos la convocatoria a los comentarios: luego de esta noticia ¿usarán menos su teléfono celular?