El Software Libre (SL) es un tema que actualmente está en boca de todos. Los que está a favor argumentan la libertad que ofrece a quienes lo utilizan y la posibilidad de construir ciudadanía en relación a las nuevas tecnologías. Mientras que los detractores de esta filosofía suelen sostener que sin monopolio de copia no habría innovación. Beatriz Busaniche* señaló cuales son las ventajas del software libre y habló sobre su situación actual en Argentina.
¿Cuándo y por qué te empezó a interesar el tema del software libre?
Empecé a involucrarme de lleno en el software libre en 2003, en paralelo al seguimiento del proceso de la cumbre mundial de sociedad de la información. En ese entonces, encontré en el software libre una propuesta política fundamental para los temas que me interesan como la libertad de expresión y los derechos de la ciudadanía, y por eso abracé la causa desde una perspectiva netamente política, filosófica y jurídica.
¿Cómo ves el estado de situación del software libre en Argentina?
Lo veo estancado en muchos sentidos. Creo que el Estado Nacional pierde oportunidades de adoptar políticas públicas en este sentido, y eso hace que los avances se demoren más y más. En definitiva, no veo una política de estado a nivel nacional que impulse su adopción.
¿Cuáles crees que son sus ventajas?
Muchísimas, primero la libertad que ofrece a quienes lo utilizan, sean estos individuos particulares o reparticiones públicas. En educación, brinda la oportunidad de enseñar y aprender la informática de manera ética e integral, permite ampliar las posibilidades futuras del país a través de la incorporación de conocimientos útiles y la formación de capacidades para el dominio pleno de la informática. Pero principalmente, la filosofía y la ética del software libre dan la posibilidad de construir ciudadanía en relación a las nuevas tecnologías, conocer en profundidad estas tecnologías que determinan buena parte de los procesos de nuestra vida cotidiana, como nuestras comunicaciones. Porque usar y distribuir software libre es una cuestión ética, es entender y promover un bien social, es sumarse a un movimiento que entiende que el conocimiento se debe compartir para el bien común.
¿Cómo contribuye el software libre a la libertad de expresión?
En toda discusión sobre libertad de expresión, históricamente, se habla de los dueños de los medios. No se puede dar esa discusión sin entender quiénes son los dueños de los grupos de medios y quien domina las herramientas esenciales de la comunicación. Hoy día, el software es uno de los medios esenciales de comunicación, es la técnica cultural que nos permite comunicarnos entre individuos así como emitir mensajes públicos a través de las diferentes redes. Ahora bien, quien controla el software controla buena parte de nuestras comunicaciones, y por eso el control del software no debe estar en manos de ningún particular o entidad sino bajo control de todos, y en particular de sus propios usuarios. Hoy en día se está dando una batalla central por la libertad de expresión del presente y del futuro.
¿Qué se puede hacer para evitar la monopolización de la información y
la concentración de medios?
Construir más y mejores medios alternativos, pero también hay que terminar de algún modo con los monopolios que concentra la gestión y distribución de información en la red. Es peligroso el nivel de concentración en áreas como los buscadores o las plataformas de redes sociales, por ejemplo.
Hay que crear y usar otros medios. Por otro lado, hay que exigirle a los Estados, sobre todo aquellos que tienen y aplican leyes de defensa de la competencia, de protección de privacidad y datos, y de defensa del consumidor, que regulen y pongan limites a los niveles de concentración enormes que se están generando en la red. Ciudadanos y Estado debemos velar por nuestros derechos porque la
concentración de medios jamás ha sido buena para las democracias.
¿Cuáles son tus expectativas para el futuro respecto a este tema?
El SL va a seguir creciendo, en buena medida a partir del aporte de empresas que lo usan y aportan en su desarrollo. No me preocupa tanto esto como los actuales debates en torno a la responsabilidad de proveedores de Internet en la cuestión de la lucha contra la copia noautorizada (o como dicen algunos, la guerra al compartir). Me preocupa mucho más cosas como ACTA, SOPA, PIPA, TPP, las iniciativas regulatorias que pretenden controlar la circulación de información en la red. Me
preocupa también el hecho de que se esté apelando al FBI para dirimir modelos de negocios como el caso Megaupload.
¿Cuáles tendrían que ser los aportes y participación del Estado y la Universidad en el desarrollo del software libre?
Las universidades, en particular las públicas, tienen el deber de producir conocimiento socialmente útil y ponerlo a disposición pública. Esto en materia de informática, sólo es posible desde el software libre. Pero por otro lado, también es menester dar los debates sobre el conocimiento generado públicamente y el rol social de la universidad, cosa que supera el debate sobre el software libre en si, pero que forma parte de la misma discusión general.
Por su parte, el Estado tiene responsabilidades hacia sus ciudadanos que debe cumplir y en materia informática, se pueden cumplir estrictamente usando software libre: criterios de auditabilidad pública y transparencia, protección de los datos de los ciudadanos, soberanía, independencia, hay muchas razones por las cuales el estado no puede ni debe quedar atado a una empresa de software privativo que domine la infraestructura informática de la administración pública.
¿Qué es lo que suelen decir las posiciones contrarias al desarrollo del software libre?
Muchas cosas, casi todas ellas sin demasiado fundamento: en general apelan a que sin monopolio de copia no habría innovación, afirmación que ya fue desmentida por la realidad. También indican que para proteger sus negocios necesitan conservar secretos los códigos fuentes, cosa que no sólo atañe a los intereses de las empresas, sino que hacen a los derechos de los usuarios. Finalmente, hablan de proteger la industria nacional de software, ignorando que la gran mayoría de la industria argentina de software se basa en servicios y no en enlatados. Para los servicios, lo mejor es trabajar en
software libre, por lo tanto, ese argumento tiene poco sustento real.