Microsoft cambió un poco los nombres, ya que lo que antes se llamaba beta y luego se convertía en un release candidate, ahora se llama “consumer preview” y se transforma en un “release preview”. Igualmente los nombres en este caso poco interesan, ya que lo importante es tener la certeza de que lo que se va a lanzar en junio es la ultima versión antes del lanzamiento oficial de la octava versión de Windows en el mes de octubre.
Steven Sinofsky, el encargado de la división Windows dentro de Redmond, fue el encargado de dar la primicia durante un evento del producto en Japón, adelantando que la última versión de prueba (de cuyo realease oficial habrá tres versiones) se podrá descargar en los primeros días del mes de junio.
La expectativa que esto genera es enorme, más teniendo en cuenta que el último lanzamiento gratuito tuvo como respuesta un millón de descargas durante su primer día. Y, repetimos, estamos hablando de uno de los betas.
El sistema operativo que viene a reemplazar a Windows 7 y que trae además numerosos cambios en la interacción con el usuario, tales como la interfaz Metro, viene con un buen envión por parte de Microsoft, lanzándose en momentos inmejorables para la empresa, que viene cerrando cuartos fiscales con números más que alentadores, y que pretende mejorarlos todavía más cuando estén oficialmente en la calle las nuevas versiones del sistema operativo, así como también su reconocida suite ofimática Office.