Hoy es un gran día para los fans de los FPS ya que Doom, la saga que demostró en los ’90 que las PCs también podían ser potentes plataformas para videouegos, está de vuelta. ID Software publicó hoy para PC, PS3 y Xbox 360 “Doom 3 BFG Edition”, un pack impresionante que contiene DOOM I y II en sus versiones originales, DOOM 3 más la expansión “DOOM 3: Resurrection of Evil”, y un capítulo totalmente nuevo que contiene 8 niveles llamado “The Lost Mission”. Cómo si fuera poco estas dos últimas expansiones cuentan con soporte 3D para aquellos que quieran sentir que la sangre les salpica en el visor de manera más cercana a la realidad.
Sin embargo, Tim Willits, uno de los desarrolladores del proyecto declaró en una entrevista a VG24 que esta edición dista de ser mucho más que una simple “versión HD” del clásico D3, ya que “trabajamos en incluir un montón de tecnología de Rage en el motor de Doom 3 para modernizar el juego”. Se mejoraron además los puntos de control para una experiencia más suave, se mejoraron los controles, se modificó el sistema de iluminación “dando un resultado más brillante”. Otro cambio importante es la inclusión de una linterna en la armadura de nuestro personaje por lo que ya se puede disparar e iluminar a la vez, algo que no se podía hacer cuando Doom 3 fue lanzado y que molestó a muchos.
Por otra parte Willits agregó que se hicieron ajustes finos en el gameplay tales como la cantidad de munición y otros detalles: “nos fuimos nivel por nivel en el original e hicimos más disfrutables aquellas cosas que eran realmente frustrantes o que no eran divertidas. Es genial para nosotros, especialmente porque amamos la franquicia Doom, poder volver y rediseñar el juego de esa manera. (…) Queríamos saludar a los nuevos fans, porque todos escucharon de Doom, pero te sorprendería saber cuánta gente no lo había jugado nunca”.
Yendo a un comentario más personal, Doom es uno de esos videojuegos que cambiaron mi vida aunque suene exagerado. Toda mi infancia me la pasé jugando videojuegos en mi amada Commodore 64, la cual aún poseo y funciona. Pero cuando su ciclo de vida comercial comenzó a declinar, por alguna razón mi pasión entró en estado de “hibernación”. En mi adolescencia mi foco había cambiado, con unos amigos pasábamos música en fiestas de manera muy precaria y éramos un auténtico desastre, pero nos divertíamos aunque no ganábamos un centavo.
Sin embargo tras mucho sacrificio llegué a comprarme un clon de Sega Megadrive, jugaba mucho pero seguía pensando en comprar los equipos para seguir pasando música. Todo eso cambió el día que pasé por un local de computación, cuando en una prístina computadora blanca típica de los 90 vi corriendo Doom en toda su gloria, me quedé varios minutos extasiado viendo el juego y en mi mente sólo había un objetivo: jugarlo hasta que me sangren los ojos.
Me dí cuenta que como DJ no iba a tener un buen porvenir, por lo que invertí todo mi dinero en una PC que corra dignamente Doom, algo que cambió mi futuro, ya que me fui metiendo nuevamente con cada vez más pasión en el ámbito gamer y me dediqué a aprender todo lo posible sobre videojuegos. Esto derivó varios años después en tener la suerte de poder trabajar diseñándolos y escribiendo sobre ellos para diversos medios. Es por eso que hoy quiero rendir un homenaje a Doom por tantas horas de diversión, juego que me hace desear que algún día yo tenga la oportunidad de hacer algo tan bueno y que logre cambiar un poco la vida de al menos una persona, como me pasó a mi. Ese día sentiré que mi trabajo tuvo sentido.