En el mercado actual cada vez resulta más difícil escoger una TV. Hasta hace unos años, con los clásicos modelos CRT (tubos de rayos catódicos) no existía mucha diferencia en imagen así que tranquilamente nos podíamos guiar por nuestra experiencia previa, recomendaciones u otros factores como el sonido, diseño, garantía, etc. Con la llegada de los televisores de Plasma y LCD las compañías se fueron diferenciando unas de otras gracias a los avances que ofrecían en pos de mejorar estas tecnologías, así hasta llegar a lo que conocemos hoy en día con la inclusión de las pantallas LED y las OLED, pero… ¿en qué consiste cada una de ellas?
Plasma, LCD y LED
La tecnología de Plasma consta de muchas celdas diminutas situadas entre dos paneles de cristal que contienen una
mezcla de gases nobles (neón y xenón). El gas en las celdas se convierte eléctricamente en plasma, el cual provoca que una sustancia fosforescente emita luz. Al estar apagado, tiene la ventaja de ofrecer el color negro absoluto lo cual da un mayor contraste a la imagen.
Tecnología LCD
El panel LCD en sí no puede emitir luz por lo que requiere un sistema de retroiluminación que suministra la luz desde atrás. Comunmente se utiliza un tubo fluorescente (similar a los focos) llamado tubo de cátodo frío o CCFL. Por lo tanto, la fuente de luz siempre esta encendida y es el panel el que deja pasar los distintos colores para formar la imagen. Si alguna vez se preguntaron porqué en los LCD los negros son grisáceos, aquí tienen la respuesta.
El sistema es similar al LCD con la diferencia que la fuente de iluminación son pequeñas luces LED que se colocan alrededor de la pantalla (EDGE LED) o que se disponen en grupos detrás de la pantalla (DIRECT LED). En el caso del EDGE LED el panel transmite la luz desde el marco por toda la pantalla, lo cual ocasiona a veces que en tamaños de pantalla grande (mayores de 42”) la luz no tenga el mismo brillo en el centro que en las zonas cercanas a los LEDS del marco, creando imágenes poco uniformes. En el caso de Direct LED estos se colocan en grupos (hasta 1024 grupos) y se controla la luz que emite cada grupo mejorando la uniformidad frente a los EDGE LED, pero sin llegar a la precisión de color de los 2 millones de pixeles autoiluminados de la tecnología de plasma.
Otro de los factores que diferencian a estas tecnologías es el tiempo de respuesta; es decir, el tiempo que tarda la TV en recibir una señal de vídeo y mostrarla. En la tecnología de plasma el tiempo de respuesta es de sólo 0,001 milisegundos. En los mejores LCD el tiempo de respuesta llega a los 2 milisegundos. En términos de calidad de imagen, cuanto menor tiempo de respuesta tengamos, veremos movimientos suaves y contínuos sin efectos “fantasma” ideales para los deportes o películas de acción.
En cuanto al consumo energético, Las pantallas LED consumen hasta 40 por ciento menos energía que las otras dos tecnologías y son mucho más delgadas pero en ángulos de visión, el plasma claramente resulta ganador.
Hasta aquí hemos llegado con la explicación básica de las tres tecnologías presentes en el mercado. En una próxima nota entraremos de lleno a evaluar las opciones que nos ofrecen las diferentes marcas líderes como lo son Sony, Sharp, Samsung, Philips, LG y Panasonic. Si tienen sugerencias serán bienvenidas!
Actualización: Ya está online la segunda parte de la nota, no te la pierdas!