Durante el discuso inaugural de ExpoComm México, Luis Téllez, secretario de Comunicaciones y Transportes, denunció que había sido víctima de espionaje telefónico, luego de la denuncia, ¿cómo seguirá el escándalo que envuelve a las esferas de poder?.
Para conocer más en detalle la cuestión le damos la palabra a Joaquín López Dóriga, periodista de Milenio.com, y reproducimos a continuación un artículo que publico en ese medio:
“El caso de las grabaciones hechas a las conversaciones de Luis Téllez como secretario de Comunicaciones y Transportes tendrá un desenlace fatal para sus protagonistas.
Téllez, de quien en lo personal no me explico aún cómo pudo meterse en este brete, se encuentra en una etapa políticamente terminal, y Purificación Carpinteyro, ex subsecretaria de Comunicaciones, en el preámbulo de un proceso que la llevaría a prisión.(NdelR: Purificación Carpinteyro fue quien entregó el disco que contiene las grabaciones de llamadas intervenidas a Téllez)
Y en medio, los implicados por “esta mujer” —como se refiere a ella Fernando Gómez Mont—, el Presidente de la República incluido, al haber sido informado por ella misma, según dijo, de las grabaciones que no quiso escuchar, ordenándole que se las entregara al secretario de Gobernación, que “las sometió a los estudios periciales correspondientes para determinar su origen y contenido con el objeto de analizar la legalidad de su procedencia así como de su posesión Y DIVULGACIÓN POR PARTE DE LA LICENCIADA CARPINTEYRO”, decía el comunicado del miércoles pasado.
Este martes, el titular de Segob dio a conocer que las grabaciones “pudieran ser ilegales”, por lo que las entregó a la PGR para que abra una averiguación previa, que se suma a la iniciada por la propia SCT contra Carpinteyro.
En esto, Luis Téllez aprovechó la inauguración de una expo de comunicaciones, el martes, para hacer un mea culpa sobre su vocabulario, ofreciendo disculpas por lo soez de su léxico, como si eso, lo ordinario, fuera lo realmente grave en este caso y no el fondo, diciendo que se sentía “profundamente apenado por haber ofendido a ciertas personas”, refiriéndose, quizá, al conducto por el cual el jefe del Ejecutivo podía guardarse, según exclamó, al presidente de la Cofetel, Héctor Osuna, presente en esta expiación pública y a quien la misma Carpinteyro señala como el que le entregó las grabaciones que llevó a Los Pinos, lo que éste niega, y que luego se hicieron públicas”.