Ya no queremos estar offline. Por eso el furor de los smartphones. Ahora vamos por la calle whatsappeando, twiteando, emaileando, facebookeando, googleando. Un gran avance, pero hay algo que no está bien. ¿Se dieron cuenta del aspecto absurdo que tenemos todos caminando, viajando en subte o sentados en los restaurantes, mirando un rectángulo en nuestra mano? El problema con los smartphones es que nos hacen desviar la mirada de la realidad: por estar mirando nuestra pequeña pantalla nos perdemos el gol, la persona que tenemos enfrente, la puesta de sol… Está claro que los smartphones son una etapa de transición, una solución rápida y de compromiso, que debe reemplazarse por otra manera más natural de integrar la tecnología a nuestra vida
La solución es obvia: la información debe estar incluida en nuestro campo visual, agregando una capa a la realidad que observamos. Esto es lo que se llama realidad aumentada, y de eso se trata Google Glass.
Estos anteojos inteligentes sitúan frente a nuestro ojo derecho un prisma transparente en el que un miniproyector envia imágenes directamente a nuestra retina, superponiendo información a lo que vemos naturalmente. Google Glass incluye además cámara para filmar y tomar fotos, micrófono y parlantes para realizar llamadas e intercambiar información hablada. Tendrá WiFi para conectarse a Internet y Bluetooth para interactuar con nuestro smartphone Android o iOS.
Sergei Brin, dueño de Google y uno de los hombres más poderosos del planeta, sorprendido en el subte de Nueva York utilizando sus Google Glasses.
Google Glass podrá analizar lo que estamos mirando y nos dará más información (¿recuerdan Terminator?). Le podremos pedir “Glass, graba un video”, “Glass, toma una foto y compártela”, “Glass, transmite online lo que estoy haciendo ahora”, “Muéstrame en pantalla el camino para llegar al restaurant”, “Cuéntame más acerca del monumento que estoy mirando”, etc.
Comparado con Google Glass, el reloj inteligente iWatch de Apple, que pondrá la información en nuestra muñeca, parece un producto del siglo pasado. Pero ambos tienen algo en común: se proponen superar el uso del smartphone, o al menos, permirtir que lo usemos sin quitarlo del bolsillo. El iWatch se conectará con nuestro iPhone funcionando como un centro de notificaciones y comando remoto, permitiéndonos hacer llamadas y leer nuestros mensajes. Entre los rumores sobre el dispositivo, se habla de carga de batería mediante energía cinética, monitor de ritmo cardíaco y pantalla flexible.
¿Piensan como yo que pronto estaremos todos usando anteojos?
Miguel Lederkremer
Director Editorial
Revista USERS
Editorial publicada en USERS 265
