Hace unos días se aprobó la Convención de las Naciones Unidas contra el Crimen Informático. Casi 200 países se sumaron a esta iniciativa luego de meses de complicadas negociaciones. El tratado todavía tiene que pasar por la asamblea general, pero es de esperar que esta etapa sea tan solo un trámite. El tratado considera diversos delitos, tales como el acceso ilegal a la información, el espionaje y el abuso sexual infantil online. Establece un esquema para la cooperación de los países.
Preocupaciones
El acuerdo ha recibido muchas críticas. Se ha señalado que facilitaría acciones contra los derechos humanos al vulnerar protecciones a favor de la privacidad. También se apunta que los términos son demasiado amplios y no hay suficientes mecanismos para controlar la implementación. Preocupa, además, que el nombre de las Naciones Unidas se utilice como cobertura para los abusos. Muchos países podrían usar este tratado para justificar la cooperación en acciones represivas.
De Rusia a Estados Unidos
El hecho de que el proyecto fue propuesto hace años por la delegación rusa ayuda muy poco a convencer a sus críticos. Rusia ha establecido controles muy estrictos sobre Internet y durante los últimos años solo los ha reforzado y vuelto más arbitrarios. Entre sus más recientes medidas de control se destacan las fuertes limitaciones al tráfico de datos para YouTube y la prohibición de Signal. Esto solo en la última semana.
A pesar de este hecho, sus impulsores señalan que se trata de un proyecto a medida de los deseos de Estados Unidos y sus aliados. También afirman que existe un balance adecuado entre la necesidad de investigar las acciones criminales y la protección de la privacidad. Las discusiones para este proyecto se extendieron durante más de 5 años, por lo que es muy probable que haya sufrido modificaciones sustanciales.