Donald Trump ha firmado una orden ejecutiva que, entre otras directrices, apunta a eliminar las políticas del gobierno anterior que hayan puesto barreras a las innovaciones en inteligencia artificial. El decreto sugiere que prejuicios ideológicos y agendas sociales han actuado en contra del progreso.
No se menciona ninguna medida en particular, en cambio se pretende que todas las políticas y regulaciones implementadas sean revisadas. Cuando alguna de ellas no coincida con la idea de la tecnología promoviendo el progreso humano, la competitividad económica o la seguridad nacional, será anulada.
Motivaciones
Por supuesto, no hay nada malo en revisar lo hecho por otras administraciones y hacer correcciones donde se crea necesario. Sin embargo es muy probable que esta medida esté motivada mayormente por sus propia agenda social e ideológicas. También por las demandas de las tecnológicas que ahora son muy cercanas a Trump.
Muchas de las medidas del gobierno de Joe Biden tenían como objetivo evitar los peligros de acceso a información privada, reproducción de prejuicios sociales, errores en asuntos delicados como es el caso de los diagnósticos médicos o la imprecisión de los sistemas de reconocimiento facial.
En este sentido es cierto que las regulaciones iban contra el desarrollo de la tecnología, pero con buenas razones. Es posible que haya otras limitaciones establecidas que sean absurdas, pero en general, viendo como se han comportado las desarrolladoras, nos inclinamos a pensar que simplemente quieren quitarse el lastre de cualquier tipo de responsabilidad.
Un factor que no debe subestimarse es la competencia con China y el temor de que dicho país sobrepase a Estados Unidos.
