Hace más de tres años, en junio de 2012, escribía en este mismo espacio una desesperada nota editorial: ¡Quiero Android en mi TV!, donde despotricaba contra los inconvenientes de que cada marca de SmartTVs tenga su propio sistema operativo propietario: los usuarios tenemos que aprender una nueva interfase cada vez que cambiamos de tele, los desarrolladores tienen que reprogramar sus aplicaciones para cada marca y en lugar de una sola tienda de aplicaciones, hay decenas diferentes.
Tres años después, hoy vengo de la presentación para prensa de los nuevos SmartTVs Bravia de Sony, los primeros que llegan a la Argentina con sistema operativo Android TV.
Sí, muchos están pensando: ¿queremos dar otro paso más para que Google domine el Mundo? Está claro que hay que estandarizar los sistemas operativos de las teles, pero ¿por qué Android?
Porque ya está probado y funcionando en el mundo móvil desde octubre de 2008. En mi editorial de hace tres años, mencionaba que Android estaba en el 51% de los smartphones del mundo, hoy tiene el 79% del mercado. Eventualmente Apple TV se llevará su pequeña porción gourmet del mercado de SmartTVs, hoy iOS está en el 14,2% de los smartphones del Mundo. Respecto a Microsoft, como pudimos ver en las últimas semanas cuando despidió a 7.800 empleados de su área de dispositivos móviles, todo indica que el gigante de Redmond volverá a concentrarse en los escritorios, donde Windows, por ahora, es su bastión imbatible.
Sharp y Philips comenzaron también a incluir Android TV en sus equipos, falta ver qué harán los monstruos LG y Samsung. Si Android TV logra masa crítica, las marcas que no lo incluyan corren el riesgo de quedar aislados y desaparecer, como le pasó a Nokia con los smartphones por resistirse al tsunami Android. Los próximos meses definirán la experiencia que tendremos a la noche en nuestras camas…
¿Creen que Google dominará lo que ocurre frente a nuestra cama así como lo hace con lo que llevamos en nuestros bolsillos? ¿Queremos que esto pase?
Miguel Lederkremer
Director Editorial
Revista USERS
Editorial publicada en Revista USERS 292 – Agosto 2015