Unos piratas informáticos griegos habrían conseguido ingresar en el sistema del titánico acelerador de partículas construido por el CERN y dejaron un mensaje de aviso que advierte sobre las deficiencias de seguridad. ¿Qué debemos pensar si lo que ha sido denominado como el mayor experimento científico del mundo, que pretende recrear el origen del universo, está a merced de un grupo de hackers?
“Les estamos bajando los pantalones porque no queremos verlos correr desnudos por todas partes intentando esconderse cuando cunda el pánico”, rezaba la misteriosa amenaza.
Afortunadamente, parece que este conjunto de piratas no pretende hacer daño a los sistemas que consigue vulnerar, sino poner en evidencia las enormes falencias de seguridad que presenta la plataforma. Autodenominados “Greek Security Team”, dejaron un mensaje de aviso y se largaron sin modificar sustancialmente ningún mecanismo.
En este sentido, James Gillies, portavoz del CERN, señaló que el ataque “no parecía malicioso”, pero de todas maneras “fue rápidamente detectado y corregido”. “Este tipo de cosas hace que tengamos que estar más atentos”, confesó el personaje y dejó un mensaje tranquilizador: “La computadora utilizada para monitorizar los experimentos en el Gran Colisionador de Hadrones no tiene nada que ver el LHC en sí, ni con ninguno de los sistemas de control del mismo”.
Sucede que el tema de la seguridad nunca ha estado en un segundo plano para los responsables del Gran Colisionador: para desarrollar e idear el proyecto colaboraron unos 10.000 científicos de 500 universidades de 80 países del mundo. Sin embargo, según ha informado el CERN, algún científico incauto cargó alguna aplicación en la computadora creando un agujero de seguridad que permitió entrar a los hackers en el sistema.
“Nuestro departamento de IT está constantemente recordando a los colaboradores del experimento los temas de seguridad que afectan a la Red. Esto puede haber fortalecido su mensaje”, concluyó Gillies.
Más allá del susto que pudo significar este hackeo a los sistemas del Gran Colisionador, el proyecto no deja de estar en boca de todos. Como publicamos hace unos días, la nota de color la trajo un rap que fue creado en homenaje al titánico experimento: Kate McAlpine, quien trabajó en la oficina de prensa del CERN, colgó junto a sus colegas y amigos un video en YouTube llamado “El Rap de los Hadrones”, que ya ha sido visto más de 400.000 veces.
La canción explica los detalles del funcionamiento de este colosal dispositivo y fue escrita por la propia Kate durante sus “aburridos” viajes de 40 minutos en tranvía desde su casa hasta las instalaciones del Centro en Ginebra.