El segundo fabricante de la industria tiene decidido separar sus plantas para incorporarlas a un emprendimiento conjunto con empresas de Emiratos Árabes Unidos, y con esto obtener una inyección de efectivo para reducir sus deudas en pos de ubicarse en un mejor lugar para competir frente a Intel.
Con motivo de la crisis financiera que azota a los mercados internacionales, las acciones de AMD en Wall Street saltaban un 30%, y desde la meca económica mundial esperaban que la compañía deplegara su estrategia “activo inteligente”, que había sido anunciada hace unos meses para invertir más en el desarrollo de procesadores y menos en la producción.
En este sentido, Advanced Technology Investment Company (ATIC), un fondo de inversión estatal de Abu Dabi, desembolsará al menos 5.700 millones de dólares por el 55% de la sociedad y tendrá la mitad de los sillones del directorio. AMD controlará el resto.
Además, otra firma estatal, Mubadala Development Co, invertirá 314 millones de dólares para aumentar su participación en AMD a un 19,3%, desde un 8,1%, y tendrá un lugar en el directorio.
Las palabras oficiales del fabricante salieron de boca de su presidente, Dirk Meyer: “Hoy es un gran día para AMD, que está creando una compañía más sólida financieramente con un foco más ajustado”.
El nuevo proyecto, denominado por el momento Foundry Company, asumirá una deuda de 1.200 millones de dólares de las operaciones de manufactura de AMD, para que el resto compita con fuerza con Intel, que tiene casi el 80% de market share en cuanto a unidades centrales de procesamiento de las computadoras del mundo.
En dos palabras, la estrategia de AMD es simple: se quedará con el trabajo de investigación y desarrollo, que genera mayores ganancias, y quitará de sus balances la fabricación que necesita de gran flexibilidad en la estructura corporativa. ¿Tendrá éxito esta vez? Lectores, opinen.