Adrián Mansilla
Texas – Enviado Especial | AMD parece decidida a “volver” con todo al mercado de microprocesadores con sus nuevos chips Ryzen, que serán lanzados a principios de 2017 y sobre los que ayer se conocieron jugosos detalles.
Ryzen, que hasta el momento venía conociéndose como “Zen”, utiliza una arquitectura totalmente nueva, que se ha construido desde cero y cuyo desarrollo comenzó hace 4 años. La gente de AMD enfatiza este “borrón y cuenta nueva”, que deja atrás a la poco afortunada familia de chips FX Bulldozer.
El procesador fue presentado el martes en un evento para fans realizado en Austin, Texas, ciudad base de AMD, y que fue transmitido a todo el mundo mediante webcast. Según Lisa Su, CEO de AMD, con Ryzen “vuelve la innovación al ámbito de las desktops de alto desempeño”. Para la directiva, Ryzen y la GPU Vega (sobre la que pronto se liberarán detalles), conformarán “la PC para juegos soñada de 2017”. Sin dudas es un plan ambicioso, que apunta de manera simultánea a otros dos gigantes que han venido dominando sus respectivos mercados: Intel y Nvidia.
Por fin conocemos los detalles del próximo chip de AMD, que hasta ahora era conocido como Zen.
El chip inteligente
AMD afirma que Ryzen ofrece una mejora de performance en el orden del 40 % en comparación con su previa arquitectura. En el corazón de esta mejora se encuentra la tecnología SenseMI, que convierte a Ryzen en un “procesador inteligente”. La nueva tecnología se compone de cinco elementos:
Pure Power: Más de 100 sensores integrados de tensión y temperatura permiten optimizar al vuelo los niveles de frecuencia y voltajes de funcionamiento. Esto permite obtener performance y mantener bajo control el consumo eléctrico.
Precision Boost: Lógica integrada que ajusta la velocidad del chip de manera dinámica (hasta 1000 veces por segundo) en incrementos de 25 MHz.
Extended Frequency Range (XFR): Cuando el chip detecta que se ha mejorado el sistema de refrigeración, XFR eleva la frecuencia (gracias a Precision Boost) para mejorar la performance.
Neural Net Prediction: Una inteligencia artificial de redes neuronales que aprende a predecir qué camino de procesamiento tomará una aplicación basándose en previas ejecuciones.
Smart Prefetch: En sintonía con el punto anterior, el chip incluye algoritmos de aprendizaje que anticipan las necesidades de una aplicación, lo que le permite tener preparados los datos que serán requeridos.
Ryzen en acción
El primer ejemplar de Ryzen mostrado al público es un procesador de 8 núcleos físicos capaces de manejar 16 hilos de ejecución. Sí, de una manera similar a la tecnología HyperThreading de Intel.
El chip integra una enorme cantidad de caché, 20 MB, y tiene un consumo eléctrico moderado, con un TDP de 95 W. La frecuencia base del chip demostrado es de 3,4 GHz y estaba configurado para funcionar sin Boost. No obstante, AMD aclara que los chips serie sí tendrán Boost y que será una frecuencia elevada.
Por otra parte, el socket utilizado es el nuevo AM4, que será el único zócalo para las distintas series de chips de la marca.
Durante la presentación de AMD se pudo ver a Ryzen en funcionamiento y comparado con un procesador Intel Core i7 6900K. El de Intel es un chip de 8 núcleos/16 hilos, con una frecuencia base de 3,2 GHz, un boost de 3,7 GHz y un TDP de 140 W.
En pruebas pesadas de renderizado con Blender y de conversión de video con Handbrake, Ryzen mostró un desempeño igual o ligeramente superior al Core i7. Desde AMD son muy optimistas con los resultados y, además, señalan tres cuestiones: en la comparativa Ryzen solo opera a su frecuencia base, pero los ejemplares de producción tendrán boost, lo que los hará más rápidos; para el mismo nivel de desempeño Ryzen requiere 95 W, mientras que el Core i7 requiere 140 W; el i7 6900K cuesta U$S 1100, mientras que Ryzen apuntaría bien por debajo de eso.
Todavía no hay fecha específica de lanzamiento para Ryzen (solo se sabe que será durante el primer cuarto de 2017) ni precio. No obstante, los avances indican que la marca tiene todo (o casi) listo para hacer felices a sus fans y hacer del mercado de procesadores un ámbito de competencia otra vez.