Hace poco Apple presentó el Vision Pro, un dispositivo elegante destinado a ofrecer experiencias en realidad virtual y realidad aumentada. El ingenio no es perfecto, y sin dudas no es económico, pero como propuesta es muy interesante.
La compañía estadounidense tenía planeado vender 1 millón de dispositivos durante los primeros 12 meses en el mercado. Sin embargo este número ha tenido que ser replanteado. Luxshare, la empresa china encargada de la producción ha advertido que apenas podría llegar a los 400 mil. Por su parte, Apple habría acordado con dos proveedoras componentes para unas 150 mil unidades.
Un problema relativamente menor
Lo cierto es que no existe un consenso entre los analistas sobre el volumen de ventas que podría alcanzar el dispositivo. Hay quienes apuntan a millones y otros a unos pocos miles. Apple, por lo visto, parece encontrarse en el medio.
Sin embargo, es poco probable que el futuro de la compañía dependa del nivel de éxito de los Vision. No mientras la realidad virtual y la realidad aumentada sigan siendo una parte menor del mercado. Tampoco parece que otras compañías se vayan a adelantar y quedar como referentes de esta tecnología.
El problema en general
La situación sirve para ilustrar un problema más general, que son las dificultades que sufre Apple al depender de los procesos industriales en China. Sea por algo circunstancial, como las medidas contra el Covid, o por la falta de capacidad o manejo, las empresas asociadas a menudo han retrasado la producción.
Por esta razón, desde hace ya un buen tiempo, la compañía ha ampliado o trasladado su producción a la India. Donde espera encontrar un contexto más propicio, eficiente y estable.
