La disputa legal entre Apple y Epic Games terminó, al menos por el momento, con una derrota para ambas partes. El juez desestimo la denuncia de monopolio de los creadores de Fortnite, pero obligó a la empresa liderada por Tim Cook a permitir otras opciones de pago en las aplicaciones dentro de su ecosistema.
La decisión podría calificarse como salomónica, salvo porque cada parte se ha llevado un cuarto del niño en disputa.
Animosidad
La relación entre ambas empresas parece haber quedado en un estado casi irreparable. Prueba de ello es la última decisión de Apple que ha quitado a Fortnite de su tienda hasta que la batalla legal pase por sus últimas instancias.
Tim Sweeney, CEO de Epic ha criticado la medida señalando que esto supone una suspensión que podría durar años. Además, ha recalcado que Apple se comprometió a permitir Fortnite en su tienda siempre que cumpliera con las mismas reglas que las demás aplicaciones. Y técnicamente, ahora que Apple ha sido forzada a cambiar sus reglas Fortnite está cumpliendo con ellas.
Un conflicto esperado
Las acciones de Epic tampoco pueden calificarse como inocentes. En su momento Epic decidió romper con las reglas de la tienda de Apple a sabiendas del conflicto que generaría. Por ese motivo ya tenía preparada una demanda legal contra la compañía.
Apple ha acusado a Epic de romper el contrato entre ambas empresas de forma intencional, escondiendo el código de la aplicación y traicionando la confianza que había entre ellas.