Según un reciente reporte de Bloomberg, Apple tendría planeado desarrollar su propia tecnología e infraestructura para servicios financieros. El objetivo de la empresa es doble, por un lado capturar una mayor cantidad de beneficios sobre las operaciones realizadas y por el otro ofrecer una mejor experiencia a sus usuarios. También se espera que este mayor nivel de control prevenga algunos de los inconvenientes que a veces surgen debido a factores externos vinculados a las empresas asociadas.
El nombre en código del proyecto es Breakout, en alusión a la idea de despegarse de los actuales proveedores.
Entre las opciones que esperan conseguir poner en juego se encuentran el procesamiento de pagos, historial de pago de deudas, análisis de fraude, análisis de riesgo en préstamos y varias funciones para la relación cliente-servicio.
Por el momento el cambio estaría orientado a futuros productos, por lo que la Apple Card seguiría funcionando a través del Goldman Sachs. Algunas alternativas en desarrollo podrían iniciarse con una empresa asociada y luego pasar al sistema de Apple.
La disputa por los sistemas de pago
Curiosamente mientras esto sucede Apple ha tenido que permitir el uso de métodos de pago alternativos en los países bajos. Específicamente en el caso de las aplicaciones de citas.
La medida es temporal dado que Apple está apelando la decisión de los reguladores. Apple también ha insistido en tomar un 27% de comisión por las transacciones realizadas a través de sistemas de pagos de terceros.
La compañía sostiene que sus objeciones a las alternativas de pago son motivadas por la necesidad de mantener la seguridad de los usuarios. El manejo y control que Apple tiene sobre el ecosistema que ha creado está siendo examinado con gran cuidado en varios paises.