Ayer dimos cuenta de una noticia que ha trascendido la escena tecnológica y ha llegado a la portada de los matutinos del mundo: Samsung retiró del mercado a su Galaxy Note 7, canceló la producción del dispositivo y pidió a los dueños de la phablet que, por seguridad, lo mantengan apagado.
Este indeseado presente del fabricante surcoreano deriva de fallas en la producción de Note 7 que derivaron en numerosos reportes de ignición del dispositivo y en una llamada a revisión que se cuenta en millones. En criollo, miles de unidades explotaron y se incendiaron a causa de un recalentamiento.
Naturalmente, la mala noticia para uno es buena -por no decir excelente- para otros. En este caso, mientras se especula que Samsung perdería unos US$17 mil millones en concepto de las unidades de Note 7 que no venderá y se dice que este hecho podría determinar el fin de la mancillada serie Note; un analista señala que Apple será uno de los grandes beneficiados por la ignición de la phablet surcoreana.
El hueco dejado por Note 7 sería pronto ocupado por iPhone 7 y iPhone 7 Plus. Phone Arena refiere las previsiones del analista Brian White de la firma Drexel Hamilton, quien señala que durante 2016 Apple venderá 8 millones de unidades adicionales de iPhone a causa del hundimiento de Galaxy Note 7.
Vale recordar que Samsung estimaba vender entre 10 y 14 millones de Note 7 durante la segunda mitad de 2016. En tanto, Apple captaría para sí un importante porcentaje de aquel volumen que, ahora sabemos, no llegará al mercado.
Un artículo publicado por The Korea Herald, que repasamos aquí, señaló que Samsung no se quedará con los brazos cruzados a la espera de que otros fabricantes tomen provecho de su gran tropiezo y que incrementará la producción del S7 y además intentará colocar en el mercado más unidades de gama media, como el A8.
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