Un pueblo que no existe, situado en el condado de Lancashire en el Reino Unido y llamado Argleton, aparece en Google Maps, e incluso si se realiza una búsqueda en Internet, el buscador proporciona listas de trabajos, personas y lugares de esta ciudad fantasma.
Así, Argleton sólo existe en Google Maps, y aparece en medio de unos campos que bordean la autopista M58, al sur de Ormskirk. Roy Bayfield, jefe de marketing corporativo de la universidad Edge Hill, situada a unas millas de “Argleton”, fue el encargado de su descubrimiento.
Según comentó el ejecutivo a Daily Telegraph, un amigo suyo descubrió la ciudad en la red y él, por curiosidad, se desplazó al lugar exacto donde debería estar situada para comprobar si era real o no, pero se encontró con que allí no había nada.
“Esperaba encontrar un universo alternativo, como Narnia, estaba realmente fascinado con la idea de encontrar una ciudad inexistente creada por Internet, incluso había pensado en tener una semi-existencia paralela en Argleton, pero sólo encontré el verde de la campiña inglesa”, afirmó Bayfield al portal británico.
Por otro lado, Google y la compañía que suministra los datos de los mapas, la alemana Tele Atlas, son incapaces de explicar cómo ha ocurrido. Desde Tele Atlas admitieron que “los errores como estos no son comunes y realmente no podemos explicar porque estas anomalías se cuelan en nuestra base de datos“.
En Google tampoco dieron más datos sobre el fenómeno. “Aunque la mayoría de la información que proporcionamos es correcta hay errores ocasionales. Estamos trabajando sin parar en mejorar la calidad y la precisión de la información ofrecida en Google Maps y apreciamos que los usuarios se molesten en reportarnos estos errores“, declaró un portavoz de la compañía.
La principal teoría al respecto es que Argleton fue añadida deliberadamente al mapa para rastrear con mayor eficiencia a compañías que copian los datos de los mapas violando los términos de copyright.
“A veces se colocan calles ficticias en los mapas para que no sean robados, pero nunca lo había visto en Google Maps“, concluyó Joe Moran, académico de la Universidad John Moores.