Hace poco OpenAI le brindó acceso a Sora, el modelo de IA capaz de producir videos, a un grupo de artistas y productores audiovisuales. La idea era obtener una devolución basada en la experiencia de estos profesionales. Pero la compañía ha conseguido más de lo que esperaba. Un grupo de los artistas ha decidido protestar contra lo que creen es una maniobra aprovechada y abusiva. Para ello ha publicado un manifiesto y facilitado el acceso a la herramienta al público en general.
Es difícil determinar cuán representativa es la protesta. El grupo de artistas que recibió acceso a Sora era de 300 personas, hasta ahora el manifiesto ha recibido el apoyo de más de 400 firmas comprobadas. Pero aquí también aparecen personas que no estaban involucradas en las pruebas.
Apenas tres horas después de esta maniobra OpenAI cortó el acceso al servicio.
Trabajo gratuito
Los artistas que iniciaron la protesta señalan que se les prometió ser socios creativos. Pero que ahora está claro que los están utilizando como desarrolladores sin paga. Son ellos los que descubren los errores, los que suministran los datos para el entrenamiento de la herramienta.
El evento que parece haber dado el empujón definitivo el conflicto es un concurso abierto a todos los artistas en el que unos pocos cuyos trabajos fueran elegidos obtendrían una compensación mínima. El manifiesto apunta que esta práctica explota a los artistas. El foco no está solo en el trabajo obtenido. También se apunta que la experiencia tiene mucho de operación de prensa y publicidad.
El grupo de artistas aclaró que no está en contra del uso de las IA.
Respuesta
OpenAI se ha defendido señalando que la participación en el programa es voluntaria y no supone ninguna obligación. También ha destacado que los datos provistos por los participantes han ayudado a orientar el desarrollo de Sora.
Nada fuera de lo común
Lamentablemente la práctica de involucrar a los consumidores en las pruebas del software es algo común. Es lo que supone utilizar un programa en fase beta. Una gran cantidad de juegos salen al mercado en programas de acceso anticipado. Los concursos de arte tampoco son algo raro.
Lo que es cierto es que el desarrollo de las IA es mucho más intenso en la captura de información. Cada acción del usuario puede ser un dato valioso.