Muy a pesar de la filosofía de opinólogos como Richard Stallman, la nube apunta ineludiblemente a ser el eje de la informática en todos los ámbitos que ésta pueda alcanzar, incluyendo a los automóviles. Tanto Microsoft como Apple tienen muy en claro que Windows y MacOS X deben abandonar el concepto de administración de contenidos locales, para pasar a una integración tanto de dispositivos de escritorio como portátiles que compartan configuraciones y archivos a partir de la nube. De hecho el propio Ubuntu trabaja en ello a partir de su próximo lanzamiento para smartphones, tablets y smart TVs, sumado a su sistema de cloud computing Ubuntu One.
Pero volviendo al tema de los automóviles, la noticia es que Intel creó un fondo de 100 millones de dólares para invertir en el desarrollo de tecnología que permita integrar a las computadoras a bordo de los coches con la nube.
Así, la idea de Intel es que nuestro vehículo se transforme en una especie de gadget gigante que, además de interactuar de manera mucho más fluida con equipos informáticos, pueda empezar a incorporar tecnologías como una navegación GPS más precisa, visión noctura, conducción semiautomatizada, adaptación automática a condiciones tránsito y rutas, y controles de seguridad más precisos.