La producción de avatares digitales a menudo ha estado impulsada por la idea de expandir la automatización a los medios de comunicación. Los presentadores de noticias virtuales no son una novedad, aunque todavía están lejos de ser algo común y no parece que vayamos en esa dirección. A las personas les gusta ver con quién están hablando, tener un rostro para cada aseveración y opinión. Aún cuando el presentador no sea quien decida a veces sobre el mensaje.
Para la actualidad de Venezuela han aparecido dos nuevos avatares digitales generados a través de inteligencia artificial. Una figura masculina conocida como El pana y una femenina conocida como La Chama. La misión de estos avatares es difundir las información de varios medios independientes en el país.
Avatares, anonimato y seguridad
En este caso existe una razón sencilla para el uso de presentadores digitales: evitar cualquier posible acción de represalia que pudiera tomar el gobierno contra aquellos que aparezcan en pantalla. Lamentablemente durante las últimas décadas Venezuela no se ha destacado por fomentar la libertad de expresión. Muchos periodistas han tenido que huir del país o han sido detenidos. Actualmente 8 enfrentan cargos tan graves como terrorismo.
El Pana y la Chama le permiten a los periodistas que aún trabajan de forma independiente en Venezuela mantener cierto nivel de anonimato y seguridad. Los avatares son parte de la iniciativa Operación Retuit que impulsa la organización Connectas, con sede en Colombia.
En pantalla
En lo que se refiere a los avatares en sí, se ven muy realistas. Sus movimientos son repetitivos y menos fluidos de los que podríamos ver en un ser humano real. Los gestos de los rostros no varían, no manifiestan la emoción que pudiera producir lo que se está contando. Sin embargo, algo similar podríamos decir de muchos presentadores de noticias novatos y otros no tan novatos.