Pocas cosas tienen en común el presidente de los Estados Unidos y el polémico empresario creador de Megaupload y más recientemente de Mega. Uno de estos puntos compartidos, quizás el único, es que ambos han iniciado acciones contra la propagación de los planos de la Liberator, el arma diseñada para ser construida a través de una impresora 3D. Sin embargo, las acciones de Dotcom son más un simple ajuste a la ley que el comienzo de una campaña.
En Estados Unidos, el derecho a portar armas está bien protegido y tiene pocas chances de sufrir mayores restricciones a corto plazo. Esto no quita el hecho de que sea objeto de numerosas polémicas. Muchas de ellas surgen luego de alguno de tantos incidentes en los que un usuario legal realiza un ataque masivo en un espacio público. Los eventos son sin duda impactantes, pero la discusión se da sobre si tomando en cuenta la cantidad de portadores registrados este mal uso es significativo.
Las armas para imprimir están, vale señalar, en una posición muy diferente respecto a las armas de circulación tradicional. Por un lado al imprimirse fuera del registro de una serie escapan a todo control de uso, no hay nadie que se haga cargo legalmente del modo en que se emplean. Por otro lado el precio es de apenas U$S 5. El resultado es que unas cuantas impresoras 3D podrían suministrar a una ciudad una enorme cantidad de pistolas caseras, que en caso de una investigación penal no podrían rastrearse. Una impresora 3D cuesta U$S 1.600, por lo que la venta de tan solo 500 unidades ya supondría una ganancia.
El gobierno federal de los Estados Unidos está impulsando la prohibición de las armas 3D. Como parte de este movimiento le ha exigido al desarrollador de la Liberator que remueva los planos del arma y de otros 9 diseños de su sitio web. Según las autoridades, al poner los planos en la red se están violando las regulaciones sobre el tráfico internacional de armas. Esta demanda ha sido cumplida y los planos ya no se encuentran en el sitio. Pero el problema es que una vez puestos en la red los planos se han distribuido y han aparecido en otros espacios.
Los archivos no estaban contenidos en el sitio de la empresa, sino en el servicio Mega, creado por Kim Dotcom. Sin embargo, el empresario habría ordenado la eliminación de estos planos del servicio. Dotcom señaló hace poco vía Twitter “Impriman guitarras, no armas. Hagan el amor no la guerra”.
Print guitars not guns. Make love not war. Use #Mega not Dropbox.
— Kim Dotcom (@KimDotcom) 11 de mayo de 2013
Print guitars not guns. Make love not war. Use #Mega not Dropbox.
— Kim Dotcom (@KimDotcom) 11 de mayo de 2013
Su abogado, Ira Rothken señaló que Dotcom se refería más al uso de los datos que al almacenamiento de los mismos. Mega borrará los archivos que se señalen públicamente como planos para el arma 3D, pero no construirá un equipo especial para buscarlos. Mientras tanto los planos continuan a disposición del público en los Estados Unidos y el resto del mundo a través de PirateBay.
Fuentes: Dailytech, Computerworld