Se habla de euforia, de un clima de “fiesta para el bitcoin”, aunque también de los riesgos que supone un crecimiento abrupto y de una eventual burbuja que crece y crece pero que estaría a punto de explotar. La noticia: la criptomoneda superó por primera vez los US$9.000 por unidad y acumula un brutal crecimiento anual por encima del 850 por ciento.
Esta nueva marca para el bitcoin llega a pocos días de haber batido por primera vez el récord de los US$8.000. Sólo en las últimas dos semanas el bitcoin creció más de 40 puntos porcentuales.
Siguiendo al sitio TechCrunch, Mike Novogratz, un gerente de fondos de cobertura que está recaudando un fondo de US$500 millones para invertir en bitcoins, vaticinó que la criptomoneda terminará el 2017 con una cotización de US$10.000. Otros analistas del sector financiero esperan que para mediados de 2018 alcance los US$11.500.
Y si bien el sector bancario sigue mostrándose algo reacio a esta moneda, se ha dicho que el banco más grande de Estados Unidos, JPMorgan, evalúa la posibilidad de que sus clientes puedan apostar en los bitcoins mediante los contratos de futuros.
