BlueSky ha ganado una buena cantidad de usuarios durante las últimas semanas. Esto ha llevado a que la población de la red social se duplique. Aún cuando todavía le falta mucho para estar al nivel de otras opciones como Threads y X, ya ha comenzado a disfrutar y sufrir las consecuencias de ser una opción popular. En este artículo te contamos sobre tres cuestiones que ilustran las consecuencias del crecimiento.
La copia es el mayor elogio
En cualquier ámbito competitivo en cuanto alguien tiene una idea interesante y con buena repercusión la competencia busca su propia alternativa o simplemente imita la original. En este caso Meta estaría desarrollando una opción parecida a los starter packs de BlueSky.
Un starter pack es una serie de cuentas agrupadas, generalmente en base a una temática, que sirven para que un usuario que recién llega a la plataforma tenga una lista de personas a seguir. Cada usuario puede crear una lista propia para recomendar a contactos y seguidores. El sistema en Threads funcionará de la misma manera, con recomendaciones de usuarios.
El ajuste a la ley
Al crecer se llama la atención de las autoridades. Esto le ha pasado a BlueSky en Europa. La compañía no cumple con los estándares exigidos a las redes sociales en dicho país por el Acta de Servicios Digitales. Le falta una página en la que se diga cuantos usuarios tiene en el continente y establezca claramente cual es su domicilio legal para Europa.
Afortunadamente para la compañía todavía no tiene un tamaño tal como para que se le impongan muchas de dichas exigencias, pero es algo que debe solucionar si quiere seguir creciendo.
El scrapping
BluesSky tiene una política de API abierta. Algo elogiable dado que permite a muchos desarrolladores trabajar con esta plataforma. La versión anterior a Musk de Twitter funcionaba de esta manera. Lamentablemente esta política tiene un lado negativo. Más de un millón de publicaciones en la red han sido capturadas para repositorios de entrenamiento para IA.
BlueSky ha señalado que está buscando una manera de que los usuarios puedan manifestar su consentimiento o rechazo a esta práctica. Pero seguirá quedando en manos de terceros respetar la voluntad de los usuarios. No estamos del todo seguros de que tan bien esta posición habrá caído entre los usuarios.
