El ex CEO de Activision Blizzard, Bobby Kotick, ha expresado su deseo por comprar TikTok. En esta operación, apuntó, podría asociarse con Sam Altman, el actual CEO de OpenAI. La oportunidad podría surgir como resultado de una ley en Estados Unidos que prohibiría la distribución de aplicaciones que estén en manos de rivales extranjeros. TikTok pertenece a ByteDance, una compañía de origen chino. La ley tiene media sanción del congreso.
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La compra por parte de un grupo local aliviaría la situación de TikTok. Las tensiones entre la empresa y las autoridades locales han ido en aumento durante los últimos años.
El problema de los datos
La plataforma tiene una importante base de usuarios, especialmente entre los más jóvenes. La preocupación de las autoridades siempre ha sido la captura de información de los ciudadanos para la manipulación política. En su momento TikTok ofreció la posibilidad de examinar sus algoritmos, al menos una parte de ellos. Como una manera de mostrar mayor transparencia.
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En teoría la asociación con Oracle tenía como objetivo dar más tranquilidad a las autoridades norteamericanas. Sin embargo nada de esto ha sido suficiente.
El problema es que en varias ocasiones los datos de ciudadanos de otros países han llegado a la central de ByteDance en China. Lo que ha puesto en duda la idea de que al mantener los servidores en ciertas localizaciones la información estaba protegida.
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Un empresario poco querido
Kotick sin embargo podría solucionar un problema y traer muchos otros diferentes. Su salida de Activision Blizzard no fue especialmente gloriosa, aunque se llevó una más que generosa compensación económica.
El ejecutivo ha sido acusado de fomentar la discriminación por género y el acoso sexual. También ha sido acusado el mismo de acoso. Cuando las denuncias se acumularon los empleados de la compañía marcharon para exigir su despido. Sin embargo, la salida no se produjo sino hasta la adquisición por parte de Microsoft en 2023.
Poco ha ayudado a su popularidad el hecho de que el ejecutivo recibiera enormes premios de rendimiento los mismos años en los que la empresa realizó despidos masivos.
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