Luego de las revelaciones sobre espionaje realizadas por Edward Snowden y de la discusión sobre la neutralidad de la Red, el Congreso Brasileño está deliberando la aprobación del Marco Civil, un proyecto conocido como la “Constitución de Internet” que busca asegurar los derechos en el uso de la Red.
Henrique Eduardo Alves, presidente de la Cámara de Diputados, postergó el jueves la votación de la medida hasta el 25 de marzo. Por su parte, el ministro de Justicia, José Cardozo, señaló que los líderes de los bloques del Congreso consensuaron hacer algunas modificaciones en el texto del Marco Civil para aumentar las posibilidades de que sea aprobada.
Así como la Revolución Francesa tenía sus tres ideales, el Marco Civil de Intenret también propone su trío: neutralidad de la red, libertad de expresión y seguridad en Internet. La iniciativa no sólo es apoyada por grandes firmas de Internet –como Google, MercadoLibre, Yahoo!, Facebook y Mozilla–, sino también por la gente: la semana pasada se movilizaron unas 300 mil personas pidiendo por la neutralidad.
Pero también existe una fuerte participación política. Por un lado, la presidente Dilma Rousseff pidió al congreso priorizar este proyecto sobre cualquier otra legislación. El énfasis de la mandataria está apoyado en que había sido espiada por la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) estadounidense. Por el otro, Eduardo Cunha, ex presidente de la empresa de telefonía de Río de Janeiro antes de su privatización en 1998 y lobista de las firmas de telecomunicaciones, está en contra de la neutralidad de la red.
“Sin la neutralidad, Internet se parece más a una empresa de TV pro cable, donde los proveedores pueden ofrecer diferentes paquetes de servicio“, remarcó Ronaldo Lemos, profesor de abogacía, socio del buffete PNM Advogados y miembro del consejo de Mozilla. “El servicio básico podría incluir correo y redes sociales. Premium permitiría mirar videos y escuchar música. Super Premium dejaría hacer descargas”, graficó el letrado.
Lemos fue uno de los colaboradores del borrador original que se escribió en 2009, junto al ministro de Justicia y un grupo de profesores de derecho, entre ellos, Bruno Magrani, quien actualmente está al frente de la oficina legal de Facebook Brasil. La primera “gran convocatoria” de apoyo la consiguió el cantante Gilberto Gil durante su mandato como Ministro de Cultura de Lula: juntó 300 mil firmas en tan solo 48 horas en el sitio Avaaz.
Fuente: TechCrunch
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