El 7 de diciembre vence la medida cautelar solicitada por el Grupo Clarín y comienza regir la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisuales. Una de las firmas del Grupo más afectadas es Cablevisión, así que entrevistamos a su CEO, Carlos Moltini, para saber qué ocurrirá con la compañía.
¿Cómo llegaron a esta situación?
En septiembre de 2009, la Ley de Medios estaba en condiciones de entrar en vigencia, pero nunca pudo hacerlo porque comenzaron a aparecer medidas cautelares que suspendían su aplicación. La primera cautelar que permitió que no ‘pudiera salir de boxes’ fue la obtenida por el diputado (Enrique) Thomas, que suspendía al 100% la Ley al decir que no pasó por las etapas administrativas necesarias.
Nuestra propia cautelar le puso freno a dos artículos: el 45 y el 161. Los fallos posteriores le ponían freno al artículo 161, que es el que reglamenta el proceso de adecuación al artículo 45. La Ley de Medios tiene un artículo que está hecho a medida del Grupo Clarín y a su alrededor se añadieron 170 artículos de relleno. El artículo 45 dice que todo aquel que no se ajuste a la Ley tiene un plazo de un año para adecuarse.
Sobre el artículo 161 tuvimos una medida cautelar en primera instancia que el Gobierno apeló. Luego fuimos a la Cámara, que ratificó la medida cautelar, pero el Gobierno volvió a apelar. Y fuimos a la Corte Suprema, que también ratificó la cautelar y el Gobierno, más que apelarla, dijo que la cautelar estaba firme pero pidió que no sea eterna, así que realizó un proceso para ponerle límite. La Corte dio lugar a ese pedido y dijo que consideraba que un juez de primera instancia que aplicara una medida de fondo tuviera un plazo de tres años para tomar la decisión. También dejaba una puerta abierta: si por alguna razón atribuible al Estado Nacional no se pudiera tener un fallo de primera instancia en ese plazo, la cautelar se puede prolongar.
¿En qué consiste esa medida cautelar?
Suspende el artículo 161. ¿Qué dice ese artículo? Que todo licenciatario que no estuviera dentro de lo que reglamenta la Ley tiene un año para presentar un plan de desinversión, someterse a la aprobación y adecuarse a la Ley de Medios. Con la situación jurídica que tiene hoy la compañía, el 7 de diciembre no debería suceder nada: sólo entra a correr un año de plazo.
Pedimos dictámenes a una serie de abogados constitucionalistas y todos nos dieron a favor. De acá al 7 de diciembre, lo que podría aparecer es un fallo de primera instancia, pues lo único que hizo la Corte Suprema fue suspender la cautelar y no dictó un fallo de fondo, no dijo que había que desinvertir. Simplemente le puso un límite de tiempo a la suspensión del artículo 161. Lo que puede pasar es que haya un fallo de primera instancia o que podamos prolongar la medida cautelar.
Entonces, ¿el 7 de diciembre no será el fin de Cablevisión?
Es lo que la presidenta y sus seguidores tratan de instalar. Ahí entramos en una faz política. No me caben dudas de que la continuidad del kirchnerismo está en función de la re-reelección presidencial. Cuando vos tenés un 70% de la gente que está en contra de la re-reelección, la única manera de poder torcer esa proporción según la visión oficialista es con el 100 por ciento de medios adictos. En esa visión, el Grupo Clarín es el principal escollo.
Entonces, ¿cómo puedo resolver desde la óptica presidencial esta cuestión? Porque si el 7 de diciembre de 2012 no pasa nada, ya que hay tiempo hasta el 7 de diciembre de 2013 para aceptar las nuevas reglas de juego, elimina su propósito central. Independientemente del costo político que tenga decir la mentira que está diciendo, tiene que decir que es el objetivo principal de su supervivencia. O miente o está mal asesorada.
¿La única posibilidad para Cablevisión es que termine el kirchnerismo?
No, no. No estoy diciendo eso. La solución para Cablevisión es que se acepte el marco jurídico de la Argentina. De desde los inicios de la compañía, pero robustecido desde que se inició el conflicto, siempre estuvimos sujetos al marco jurídico de la Argentina. Cada cosa que hemos hecho, la hicimos porque atrás teníamos una orden judicial, una medida cautelar o un aspecto jurídico del marco jurídico argentino que nos amparaba. Nunca hicimos nada fuera de la ley. Lo del 7 de diciembre, está circunscripto dentro de esa forma: la continuidad de la compañía está sujeta dentro de esa norma. A mí me da lo mismo la continuidad del kirchnerismo, no tenemos nada que ver con las cuestiones políticas de la Argentina. Lo que exijo para que esta compañía siga funcionando es que se siga respetando el marco jurídico de la Argentina.
¿A qué se refiere con que ‘se respete el marco jurídico’?
Que el 7 de diciembre haya un fallo de fondo en la justicia. ¿Qué es lo que estamos discutiendo? Cablevisión tiene licencias que fueron otorgadas por 10 o 15 años, hicimos inversiones sobre esas licencias. Las leyes aquí y en el mundo civilizado nunca son retroactivas, siempre son hacia adelante. Que apliquen la Ley de Medios desde el 7 de diciembre. No tenemos nada que decir, es un marco jurídico nuevo en la Argentina. Pero no pueden decirte con una ley que tu casa es de otro. Porque es eso lo que se está discutiendo: que tu casa ya no es más tu casa, es el derecho de propiedad. Nosotros estamos pidiendo la preservación de los derechos existentes. Eso es lo que estamos discutiendo en la Justicia.
Por eso nos dieron una medida cautelar en primera instancia, en segunda instancia y en la Corte. Lo que creemos que debe pasar es que debemos tener un fallo de primera instancia. Ese fallo, si es favorable para Cablevisión, espero que el Estado lo respete; y si no, nos tendremos que ajustar a derecho. Esta compañía respeta el marco jurídico actual, lo que no puede pasar es que algún poder del Estado no quiera respetar el marco jurídico de la Argentina y quiera avasallar los derechos como es el caso de un grupo de medios para poder establecer lo que el Gobierno quiera hacer.
Este enfrentamiento, ¿cómo repercute en el usuario y en las inversiones de la compañía?
Lamentablemente, este avasallamiento del Estado para la compañía arrastra accionistas, arrastra empleados y arrastra usuarios. Yo puedo garantizar que Fibertel va a tener cada vez mejores servicios, funcionalidades y velocidades. Además, va a venir un proceso de inversión enorme.
A pesar de tener un contexto cada vez más complejo, Cablevisión no frenó ningún proceso de inversión. El único freno a la inversión vino dado por algo externo a la compañía como las restricciones a las importaciones. Como muy pocos componentes se fabrican en el país y el resto hay que importarlos, nos afectó durante siete u ocho meses. Ahora se están fabricando en Tierra del Fuego. Tenemos una tecnología que sólo la fabrican dos empresas en el mundo: Motorola y Pace, que ya están en el Sur. Sin embargo, nunca frenamos las inversiones, al contrario, este año la compañía invirtió cerca de 300 millones de dólares.
¿Qué opina sobre los dichos de Mauricio Franco, gerente técnico de Telefé, quien sobre la operación y cobro del HD?
Me sorprendió lo que dijo. Lo hubiera aceptado de alguien que no es del negocio, pero alguien que sí lo es y que sabe cómo funciona esto, no puede decir lo que dijo. La inversión de esta compañía para dar el servicio HD es enorme. Cada caja que ponemos en un hogar sale 170 dólares, más el costo de lo que significa enviar técnicos a instalarla. Tienen una duración equis en el tiempo y nunca las amortizaríamos con lo se cobra el servicio HD. Y sobre esos costos hay un costo de programación adicional, que muchas veces es un costo técnico.
Por ejemplo: yo compré los derechos de la Champions League, si viene en HD no tengo que pagar de nuevo, porque ya los compré. Si viene estándar o en HD, hay un costo técnico porque el satélite requiere otro ancho de banda. Como compañía, pagamos la infraestructura para que el HD sea posible para nuestros clientes y también nos hacemos cargo de los costos técnicos porque el transporte de la señal HD tiene un costo adicional. Pero de ahí a que tengamos que subvencionarles el desarrollo de su tecnología HD… es un problema de ellos. No tuvimos que subvencionar ni a FOX, ni a HBO, ni a BBC. Es una evolución tecnológica que tendrán que ver cómo resuelven. En definitiva, su televisión de aire será una televisión de mayor calidad y mejorarán sus ingresos de publicidad. Si no migran a HD y el 80% de la población tiene HD, se quedarán fuera de la elección de la gente.
Pensar que Cablevisión tendría que hacerse cargo porque le cobramos un abono al usuario no tiene sentido, ya le pagamos la programación a Telefé y bien se la pagamos. Porque en Capital Federal y Gran Buenos Aires tengo carry, pero llevar la señal a Rosario, Córdoba, Paraná, Mar del Plata requiere una inversión.
Franco también opinó sobre la inclusión de publicidad en el cable …
¿Y por qué Telefé pone publicidad? Las señales ponen publicidad. Él tiene una señal de aire y otra de cable, y en la de cable pone publicidad. Esta compañía no vende publicidad. La publicidad la venden Fox, HBO, TimeWarner, Telefé, Artear. Lo único que hacemos es insertar publicidad de nuestros productos. Pero el que vive de la publicidad en su señal dice que no hay que hacerlo. Que vaya a su gerente general a decirle que saque la publicidad de su señal de cable.
¿Caducidad de la licencia de Fibertel?
No hay una caducidad de licencias de Fibertel, porque hay una medida judicial que obliga al Estado a sostener la licencia de Telecomunicaciones que tenemos. El no darlo es de vuelta todas las arbitrariedades del Estado. Este gobierno no respeta el marco jurídico de la Argentina.
¿A qué se debe que otros proveedores ofrezcan el triple-play (teléfono, cable e Internet por un solo cable) y Cablevisión no pueda hacerlo?
Otra arbitrariedad del Estado. Nosotros tenemos licencia de telecomunicaciones, así que estamos habilitados para dar telefonía. Tenemos una inversión enorme en nuestro cabezal para poder brindar más de dos millones de teléfonos. Pero para dar teléfonos, necesitamos números, que los da el Estado. Y luego, las telefónicas tienen que brindar las tramas para que esos números se conecten con el resto de los números. El Estado no nos da los números y es otra de las hostilidades contra esta compañía.
De hecho, tras la fusión, Cablevisión ya tenía algunos números adjudicados. Hoy tenemos unos 10 mil clientes de telefonía. Y tenemos otros 5.000 números que no podemos usar porque las telefónicas, en connivencia con el Estado, nos niega las tramas. Tenemos 5.000 números que no podemos conectar con el resto de los clientes. Tenemos una telefonía que funciona perfectamente a costos más reducidos que los de las propias telefónicas. Pero es un perjuicio hacia los clientes.