Al momento de escribir este artículo el bitcoin se encontraba por encima de los USD 58 mil. Aunque no es su mejor marca es un nivel bastante saludable. Al mismo tiempo, la red de mineras ha alcanzado su mayor poder cómputo . Nunca antes habíamos tenido tantas instalaciones dedicadas a la actividad. Lo dicho puede verse como una buena noticia, pero esconde el que sigue siendo el punto débil de la economía del bitcoin. Los márgenes que obtienen las mineras.
El punto débil de la industria
La minería es esencial para las operaciones realizadas con las criptomonedas. La actividad se paga al recompensar a los mineros con una cierta cantidad de bitcoins luego de cierta cantidad de trabajo. Sin embargo, para que el mercado no se inunde con monedas digitales al aumentar el minado, cada cierto tiempo las recompensas son recortadas a la mitad. Esto supone que las mineras, con el mismo esfuerzo y esquema de costos, obtienen menos ingresos.
Hasta ahora esta caída en las recompensas ha sido compensada con el aumento en el valor del bitcoin y mejoras en la eficiencia energética de las instalaciones. Pero como el lector imaginará estos factores tienen un límite y no están garantizados a mejorar. Lo que si está garantizado es la reducción en el minado.
Caída del rendimiento
El banco de inversiones Jefferies ha señalado que los rendimientos de las mineras han caído un 11,8% en agosto respecto a julio. No es un impacto menor para una industria que funciona muy ajustada.
En parte se estima que la popularidad del bitcoin le juega en contra. Ahora que la criptomoneda ha entrado a los circuitos de la economía tradicional las grandes variaciones de precio no son tan frecuentes como en el pasado.
Contrario a la buena salud del bitcoin, las acciones de las mineras no paran de caer. Aún cuando mejoran sus equipos sus ingresos se van reduciendo. Sin embargo, las compañías de mayor tamaño y con más infraestructura a su disposición han logrado paliar las dificultades de la actualidad aplicando sistemas de inteligencia artificial al minado.
El problema es que para muchas de esas grande empresas el minado es simplemente una actividad más para sus centros de datos. No es su razón de ser.