Durante muchas décadas, el entretenimiento audiovisual masivo fue sinónimo de Hollywood. Las principales producciones norteamericanas marcaban récords de taquilla inalcanzables para los demás medios, con recaudaciones que sólo eran superadas por otras películas de Hollywood con más efectos, más producción y más promoción.
Esos días han quedado atrás. El cine hollywoodense —con sus fórmulas repetidas hasta el cansancio y una agenda de superproducciones basada casi exclusivamente en secuelas y remakes— ya no lidera las listas de recaudación, mientras que la industria de los videojuegos —con historias innovadoras y una jugabilidad y realismo que mejoran mes a mes— ha ido ganando terreno hasta llegar a un punto culminante el martes pasado, día del lanzamiento de Call of Duty: Black Ops II. En sus primeras veinticuatro horas en las tiendas el videogame generó US$ 500 millones en ventas, convirtiéndose en el lanzamiento audiovisual más taquillero de la historia.
De esta manera, Black Ops II desplazó al segundo lugar a Harry Potter and the Deathly Hallows – Part 2, que el año pasado había recaudado US$ 483 millones en su primer fin de semana de exhibición. Más aún, la facturación de toda la franquicia Call of Duty —de la que Black Ops II es la novena edición— superó a la de Harry Potter, Star Wars o Batman, las sagas más taquilleras de la industria cinematográfica.
Si bien el estreno de un videojuego es mucho más sencillo de desplegar que el de una película —la cual necesariamente debe proyectarse en salas de cine—, el récord alcanzado por Call of Duty: Black Ops II marca una tendencia que sin dudas será la norma en los próximos años.
Fuentes: Übergizmo, Box Office Mojo