Hace unos días les contamos a nuestros lectores que Italia había decidido prohibir el uso de ChatGPT. La medida había sido tomada debido a dos grande problemas. Por un lado se había detectado una recopilación no permitida de información personal, por otro no había mecanismos que aseguraran que la herramienta no sería usada por menores.
Aunque no existe una legislación para la recopilación de datos por parte de las IA, los reguladores italianos pudieron apoyarse en el Reglamento General de Protección de Datos de la Unión Europea.
Repercusiones en Europa
Como consecuencia de lo ocurrido en Italia, y también algunos incidentes y preocupaciones locales, otros países del continente han decidido revisar sus posturas. Reguladores de Francia e Irlanda se han puesto en contacto con sus pares italianos.
Alemania podría adoptar una resolución similar a la de Italia y bloquear el uso de ChatGPT para evitar los riesgos sobre la información de sus ciudadanos.
No todos los países están en alerta. Los reguladores en Suecia han señalado que no tienen planes para prohibir ChatGPT. España no ha recibido aún quejas sobre el sistema, pero no descarta realizar investigaciones al respecto en el futuro.
Objetivos
Las autoridades italianas esperan comenzar un diálogo con OpenAI. El objetivo no es dejar la herramienta fuera del alcance de los ciudadanos. Algunos funcionarios incluso han señalado que la medida de prevención fue excesiva. Lamentablemente hasta el momento la compañía no ha respondido a esta invitación.
La popularidad de ChatGPT la ha hecho el foco de los reguladores. Pero otras herramientas similares podrían ser examinadas de una manera similar muy pronto.