Según el Comité de la Industria de los Videojuegos los jóvenes chinos han sido salvados de la adicción a los videojuegos. Esta afirmación llega unos tres meses después de que las autoridades señalaran que este tipo de entretenimiento era un opio del espíritu.
Cabe recordar que esta droga tuvo un impacto enorme y devastador en la población China durante los siglos XVIII y XIX. Por lo que el calificativo tiene un peso especial en dicho país.
La culpa es de los videojuegos
El gobierno chino afirmó que los videojuegos son responsables de:
El incremento en los casos de miopía, falta de concentración, desórdenes del sueño y varios desordenes mentales.
Estar mucho tiempo frente a la pantalla puede ser malo para la vista. Sin embargo algunos de los otros males apuntados pueden ser simplemente adjudicados a los trastornos de la pandemia y las extremas medidas de cuarentena impuestas por el gobierno chino.
Restricciones
Como respuesta a la amenaza el gobierno chino decidió imponer un límite de 3 horas por semana al tiempo que podía estar un menor jugando. También se hicieron mucho más estrictas y complicadas las aprobaciones para la distribución de los juegos.
Según un reporte de los reguladores actualmente el 75% de los jóvenes juegan menos de 3 horas a la semana.
Básicamente, el reporte afirma que los funcionarios lograron lo que querían lograr. El impacto real sobre los ciudadanos no es lo realmente importante.
El escape
La idea de que el objetivo ha sido conseguido es probable que este motivada por la necesidad de relajar en algún momento las restricciones. China sigue manteniendo una política de tolerancia cero ante las infecciones, lo que supone cuarentenas y más cuarentenas.
Los niños pasan más tiempo en sus casas y los padres necesitan algo con que entretenerlos. Por otro lado se ha producido una importante caída en los ingresos del sector y China no está preparada para descuidar ningún espacio de su economía.