Cuando el 19 de enero dimos la noticia del cierre de MegaUpload, empezaron las especulaciones de todo tipo en torno al nuevo rumbo que tomaría Internet con estos portales de descarga directa “en la mira”.
Entre los comentarios que fueron dejando nuestros lectores a lo largo de las notas, muchos sugerían el regreso al P2P, que en su momento fue el eje de la tormenta y que luego fue dejado de lado por la mayor facilidad y velocidad que ofrecían los servicios de alojamiento en la web.
La cosa es que esto ya es demostrable en números, al menos en lo que a Europa se refiere, gracias al sitio Internet Obserbatory (que todavía funciona en estado beta), lo que pretende ser una especie de “monitor permanente” del tráfico en Internet.
Si analizamos las estadísticas de los últimos 30 días, las líneas son elocuentes: a partir del 19 de enero, de prácticamente no marcar actividad, las gráficas relacionadas al P2P se “dispararon” hasta tocar picos cercanos al 15% del total del ancho de banda consumido en el viejo continente.
Haciendo un desglose, nos encontramos con que BitTorrent sigue siendo “el rey del P2P“, seguido bastante por debajo por eDonkey. Ares y otras propuestas similares no mostraron variación alguna.
De todas formas, recordemos que BitTorrent también fue en su momento objeto de bloqueos importantes, ya que depende en gran medida de sitios que publiquen los enlaces correspondientes (más allá que la transferencia se haga de usuario a usuario). Y si hacemos un poco de memoria, recordarán los problemas que atravesó The Pirate Bay, uno de los portales más populares dedicados el BitTorrent.
¿Llegó entonces el momento de “reflotar” al P2P con alternativas no tan simples de controlar?