DOM, 22 / AGO / 2010
Clarín sabía que la licencia de Fibertel era ilegal
El Grupo Clarín, propietario de Cablevisión y la extinta Fibertel, sabía a ciencia cierta que la licencia para operar con la compañía que presta el servicio de Internet pendía de un hilo y que existían muchas posibilidades de que jamás se las renovaran.
Así lo informan en el portal online del diario Tiempo Argentino, donde también agregan que a pesar de ello, el multimedio continuó vendiendo el servicio a miles y miles de usuarios, ocultando que podían quedarse sin conexión a Internet porque la empresa no tenía personería jurídica para seguir operando.
Esto se desprende de un informe de 200 páginas que el Grupo Clarín presentó el 11 de octubre de 2007 a la Bolsa de Londres, donde el conglomerado de medios le explicaba a los futuros inversores los “riesgos relacionados con las actividades de la Sociedad”.
En ese sentido, el Grupo Clarín reconoce de manera explícita en el documento que “la Sociedad puede no recibir todas las aprobaciones regulatorias necesarias en relación con las adquisiciones anteriores” y que “no puede asegurar que podrá mantener las licencias de telecomunicaciones de ciertas subsidiarias”, entre las que puede incluirse a la propia Fibertel.
La misma fuente señala que en realidad, el multimedio trabajaba sin licencia desde el año 2003, pero daba por descontado que podría aprovechar su poder de lobby para garantizarse el uso de la licencia a posteridad.
Por otro lado, desde que se conoció la medida hasta hoy y a través de toda su artillería de medios de comunicación, liderada por el canal TN, el Grupo repitió hasta el hartazgo que el gobierno quería dejar sin servicio a los usuarios de Fibertel.
Por su parte, el interventor de la Comisión Nacional de Comunicaciones, Ceferino Namuncurá salió al cruce de la información difundida: “Lo primero que quiero aclarar es que el gobierno no está prohibiendo a Fibertel. El servicio caducó porque Fibertel no tiene personería jurídica, se disolvió. Ellos pidieron la fusión por absorción y la Secretaría de Comunicaciones jamás la autorizó”, declaró el funcionario.
Al mismo tiempo, el Ministerio de Planificación Federal e Inversión Pública difunció un comunicado en el que indica que “la Secretaría de Comunicaciones de la Nación, la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia y la Comisión Nacional de Comunicaciones, garantizan el mantenimiento de las condiciones de competencia existentes en el mercado”.
En otro párrafo, el ministerio añade que “Garantizan así también las condiciones de prestación del servicio de valor agregado e Internet que más de trescientos operadores brindan en todo el territorio de la República Argentina”, y que “producto de ello, se garantiza que la medida adoptada no generará cargos adicionales a los usuarios de la extinta licenciataria, en el proceso de migración hacia un nuevo prestador”.
“Cualquier irregularidad que importe el incumplimiento de lo expuesto en el presente, podrá ser denunciado por ante la Comisión Nacional de Comunicaciones, al número de acceso gratuito 0800-333-3344, a la casilla de correo electrónico consultas@cnc.gov.ar; Apartado Postal Gratuito 114, al Centro de Atención al Usuario y/o Delegaciones Provinciales”, concluye el comunicado.
El Grupo Clarín, propietario de Cablevisión y la extinta Fibertel, sabía a ciencia cierta que la licencia para operar con la compañía que presta el servicio de Internet pendía de un hilo y que existían muchas posibilidades de que jamás se las renovaran.
Así lo informan en el portal online del diario Tiempo Argentino, donde también agregan que a pesar de ello, el multimedio continuó vendiendo el servicio a miles y miles de usuarios, ocultando que podían quedarse sin conexión a Internet porque la empresa no tenía personería jurídica para seguir operando.
Esto se desprende de un informe de 200 páginas que el Grupo Clarín presentó el 11 de octubre de 2007 a la Bolsa de Londres, donde el conglomerado de medios le explicaba a los futuros inversores los “riesgos relacionados con las actividades de la Sociedad”.
En ese sentido, el Grupo Clarín reconoce de manera explícita en el documento que “la Sociedad puede no recibir todas las aprobaciones regulatorias necesarias en relación con las adquisiciones anteriores” y que “no puede asegurar que podrá mantener las licencias de telecomunicaciones de ciertas subsidiarias”, entre las que puede incluirse a la propia Fibertel.
La misma fuente señala que en realidad, el multimedio trabajaba sin licencia desde el año 2003, pero daba por descontado que podría aprovechar su poder de lobby para garantizarse el uso de la licencia a posteridad.
Por otro lado, desde que se conoció la medida hasta hoy y a través de toda su artillería de medios de comunicación, liderada por el canal TN, el Grupo repitió hasta el hartazgo que el gobierno quería dejar sin servicio a los usuarios de Fibertel.
Por su parte, el interventor de la Comisión Nacional de Comunicaciones, Ceferino Namuncurá salió al cruce de la información difundida: “Lo primero que quiero aclarar es que el gobierno no está prohibiendo a Fibertel. El servicio caducó porque Fibertel no tiene personería jurídica, se disolvió. Ellos pidieron la fusión por absorción y la Secretaría de Comunicaciones jamás la autorizó”, declaró el funcionario.
Al mismo tiempo, el Ministerio de Planificación Federal e Inversión Pública difunció un comunicado en el que indica que “la Secretaría de Comunicaciones de la Nación, la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia y la Comisión Nacional de Comunicaciones, garantizan el mantenimiento de las condiciones de competencia existentes en el mercado“.
En otro párrafo, el ministerio añade que “Garantizan así también las condiciones de prestación del servicio de valor agregado e Internet que más de trescientos operadores brindan en todo el territorio de la República Argentina”, y que “producto de ello, se garantiza que la medida adoptada no generará cargos adicionales a los usuarios de la extinta licenciataria, en el proceso de migración hacia un nuevo prestador“.
“Cualquier irregularidad que importe el incumplimiento de lo expuesto en el presente, podrá ser denunciado por ante la Comisión Nacional de Comunicaciones, al número de acceso gratuito 0800-333-3344, a la casilla de correo electrónico consultas@cnc.gov.ar; Apartado Postal Gratuito 114, al Centro de Atención al Usuario y/o Delegaciones Provinciales“, concluye el comunicado.