Si bien es lógico que las grandes cadenas de radio, TV y similares, que en muchos casos hacen de la música su principal contenido y cuentan con aranceles publicitarios muy “jugosos”, paguen un canon por el uso de este material, la cosa se vuelve un poco más delicada cuando entidades como CAPIF van detrás de las Radios de Internet (las que transmiten exclusivamente por este medio), que en su mayoría no son más que emprendimientos amateurs, que poco tienen de negocio y mucho de hobbie. En el siguiente artículo, analizaremos un caso puntual de como CAPIF esta actuando frente a las radios online.