Cristina Kirchner modificó parcialmente con su firma el decreto 710/2007 para solucionar un tema impositivo referido a la vinculación entre los fabricantes de la provincia y sus clientes que venden en el resto del país, y despejar el camino para la fabricación de celulares en la isla.
Según la titular de la cartera de Industria y Turismo, Débora Giorgi, se “eliminó el último escollo para iniciar la producción a gran escala de teléfonos celulares en la provincia de Tierra del Fuego”.
El decreto original desalentaba las compras de las empresas del resto del territorio nacional a las compañías radicadas en la isla.
En una conferencia de prensa en la Casa Rosada, Giorgi adelantó que “a partir de ahora y hasta el próximo mes de junio están dadas las condiciones para producir en la isla entre 3 y 4 millones de celulares, y alcanzar un total de 6 millones de aparatos fabricados en 2010”.
Si esto se cumple, se podría abastecer el 40 por ciento del mercado de celulares con producción nacional, sustituir importaciones por aproximadamente 500 millones de dólares y generar 500 nuevos puestos de trabajo. Pero bueno, son números que por ahora no tienen respaldo con la realidad.
Como antecedente inmediato, la ministra había recibido la semana pasada a más de 20 ejecutivos de empresas fabricantes de celulares radicadas en Tierra del Fuego con proyectos para producir en esa provincia.
Actualmente hay 16 iniciativas aprobadas y otras 3 en trámite de aprobación. Además, varias empresas manifestaron durante el encuentro su intención de ampliar el cupo de producción oportunamente asignado.
Asimismo, el presidente de BGH, Alberto Hojman, anunció inversiones por 25 millones de dólares y Brighstar ratificó su inversión por otros 10 millones de dólares. Por ahora, dos de las marcas que decidieron confesar su indentidad ¿cuáles serán los otros fabricantes? ¿por qué tantos misterios?
Llegando a fin de año, vemos cómo el impuestazo comienza a querer tomar sentido. Veremos si lo logra.