La batalla entre el Gobierno y el Grupo Clarín tiene un nuevo capítulo: el ministro de Planificación Federal Julio De Vido anunció la caducidad de la licencia para que Fibertel, una de las empresas integrantes del multimedio local, brinde servicios de Internet y datos.
Según el ministro, la compañía queda desautorizada a prestar servicios a partir de ahora, y los usuarios tendrán 90 días para cambiar de proveedor.
“Ya no existe más Fibertel”, dijo De Vido, y afirmó que la empresa de Clarín “incumplió la ley nacional” y “usurpó” la licencia, “que estaba siendo usada en forma ilegal”.
La Comisión Nacional de Comunicaciones (CNC) reiteró ayer que desde el 5 de agosto la empresa Cablevisión tiene prohibido ofrecer el servicio de acceso a Internet utilizando las licencias de la ahora extinta Fibertel.
Por otro lado, durante una conferencia de prensa que brindó en el microcine del Palacio de Hacienda, De Vido señaló que “La fusión de Fibertel con CableVisión nunca fue aprobada por el Estado Nacional”.
De esta forma, Cablevisión no podrá prestar servicios de acceso a Internet, y “deberá abstenerse de incorporar nuevos usuarios (de Internet) y de modificar las condiciones de los servicios que actualmente está prestando”.
El servicio de Fibertel es actualmente utilizado por casi 1.3 de usuarios, tiene presencia en 45 ciudades argentinas, e implica aproximadamente dos tercios de la facturación del Grupo Clarín que alcanza los $3.516 millones.
ACTUALIZACION AL JUEVES 19-AGO 23:12
En referencia a la noticia que publicamos, la empresa Cablevisión nos acaba de enviar el comunicado oficial que reproducimos a continuación:
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En una medida ilegal y arbitraria, que no registra antecedentes, el Gobierno pretende dar de baja la licencia del servicio de Internet de Cablevisión a través de su marca Fibertel, y afectar no sólo a su más de un millón de clientes, sino a todos los argentinos que hoy pueden contar con una opción competitiva y de vanguardia tecnológica en banda ancha. La medida busca reducir drásticamente la competencia y consagrar el monopolio de las telefónicas.
La inédita resolución revela una brutal actitud de hostigamiento contra una empresa que fue la primera en introducir Internet de alta velocidad en Argentina, hace ya 13 años, al inaugurar el servicio de cable modem, frente a las dos grandes telefónicas, herederas de la red pública. Pero además, implica una gravísima penalización a los clientes y a los consumidores, al pretender restringirles su libertad de elección y convertirlos en rehenes de una persecución.
Como ya viene sucediendo con otras medidas ilegales del Gobierno, Cablevisión tomó conocimiento de la misma por una conferencia de prensa, en este caso del ministro Julio de Vido. Sin dudas, se trata de un nuevo y gravísimo capítulo dentro la escalada, cada vez más totalitaria, de ataques del Gobierno contra las empresas del Grupo Clarín.
Cablevisión impugnará de inmediato este nuevo avasallamiento a sí misma y a sus clientes. La medida no tiene sustento legal ni fáctico alguno. La compañía viene brindando su servicio sin interrupciones de ningún tipo. Desde 2003, Cablevisión es la titular de la licencia que opera con la marca Fibertel, tras la absorción societaria de esta última, que fue aprobada por la Inspección General de Justicia.
Cablevisión seguirá brindando con normalidad el servicio de Internet mientras defiende en todas las instancias correspondientes sus derechos y los de sus clientes. Los mismos clientes que han convertido a Fibertel en el servicio más confiable, en el de mayor velocidad y desarrollo tecnológico, en el único con tarifas nacionales e igualitarias para todo el país y en el primero que no depende de la red telefónica.
Con esta medida, el Gobierno pretende anular la competencia en la prestación del servicio de Internet, favoreciendo sospechosamente a las compañías telefónicas de capitales extranjeros que ostentan un claro monopolio, en desmedro de una compañía nacional.
Buenos Aires, 19 de agosto de 2010