El gigante de Internet finalmente presentó la versión para programadores de su plataforma que sólo correrá en netbooks y que realizará (casi) todas sus funciones dentro de Internet. La versión para consumidores llegaría el año próximo.
Chrome OS hereda del browser su aspecto. Todo el sistema operativo es una gran ventana de Chrome con varias pestañas, desde las cuales se puede acceder al universo Google: Gmail, Maps, Docs. Pero también a otras funciones del sistema operativo, como el explorador de ventanas, el reproductor de audio, etcétera.
Google enarboló tres conceptos con los que piensa revolucionar su presencia en las netbooks: velocidad, simplicidad y seguridad. Una netbook con Chrome OS boteará en 5 segundos, permitirá manejar todas las funciones como se usa Internet y no hay perdidas de datos, pues todo se guarda y se hace en Internet. No se pueden instalar programas, aunque sí acceder a archivos “no ejecutables” como documentos, fotos, videos, etcétera de un pendrive, disco duro externo, cámara web u otro medio de almacenamiento móvil. El resto de las cosas que se pueden hacer sin conexión se reducen a las posibilidades de Google Gears.
Daniel Helft, gerente de Comunicaciones de Producto de Google para América Latina, argumentó que “ésta es la visión de Google para los próximos 5 años. Está pensado para un escenario donde habrá Wi-Fi en todas partes “.
De este modo, Google planea lastimar a quien parece el único rival de su tamaño: Microsoft. Pero también le hace un guiño a los otros sistemas operativos Por ejemplo, está basado en Linux, por ende, es OpenSource y gratuito, a diferencia de Windows y MacOS. Además, sólo funcionará con algunos modelos de hardware, algo similar a MacOS, que sólo corre (al menos, así lo establece su contrato de uso) en Apple, razón por la cual vendrá preinstalado. Igualmente se podrán descargar versiones para instalar “a riesgo del usuario”.
Sin dudas, de todos los nombrados, la mira está puesta en Microsoft. Chrome OS será totalmente gratuito y –en consecuencia– las netbooks que lo incluyan preinstalado serían más económicas que las que incorporen Windows. Por otro lado, es más estable, pues no tendrá problemas con los drivers, gracias a que sólo funcionará en netbooks con hardware compatible.
Pero, además, Google eligió enfocarse en la Web, el lugar donde se siente más cómodo y es rey indiscutido. Por eso descartaron desarrolar una versión de Android para netbooks, donde las aplicaciones off-line seguramente serían más potentes. Podría decirse que Google Chrome, más que un sistema operativo en sí, es un cliente de cloud computing o “la nube”, un término con una vigencia directamente proporcional al concepto de netbook.
Este es el punto que mayor debate genera. ¿Qué sucederá si nos quedamos sin conexión a Internet o si Google decide cobrar el servicio? O peor aún, discontinuarlo. Nuestros documentos, fotos y otra información digital ¿estarán protegidos con respecto a la privacidad de nuestros datos? Otro aspecto a resaltar es que la “simplicidad” informática deriva en restar funcionalidades a los usuarios avanzados.
De todas maneras, la apuesta es muy riesgosa. Desterrar de un día para el otro el concepto de lo off-line será una misión casi imposible, especialmente si se desea llegar a los usuarios experimentados. Y las netbooks van acumulando un protagonismo exagerado que no reconocerá grises: seguirán creciendo exponencialmente o terminarán explotando como una gran burbuja. Pero Google, es Google…