Sucedió en España, el aparato le señaló una antigua ruta que llegaba hasta el agua y como era de noche no pudo evitar la tragedia ¿de quién es la culpa? ¿del dispositivo, del desarrollador de mapas o del usuario?
“Esto me pasa por confíar ciegamente en la tecnología” se debe estar repitiendo desde un punto perdido en el limbo el senegalés que el sábado pasado terminó con su vida bajo las sucias aguas del embalse La Serena en Badajoz, España por seguir las indicaciones que su dispositivo de GPS le había sugerido. ¿Quién puede pensar que el GPS era una herramienta para llegar tranquilos a la ruta de la muerte?
Según los medios locales, un equipo de búsqueda y salvamento acuático de Cruz Roja encontró el cadáver del conductor, de unos 37 años, que desapareció en el embalse tras caer con su vehículo al agua, mientras que su acompañante pudo alcanzar la orilla a nado.
Los hechos ocurrieron a las 23.18 horas de este sábado, a la salida de la localidad pacense de Capilla, cuando un Peugeot 306 con matrícula SE-0020-CG, que circulaba por una carretera cortada, cayó al embalse, según informó Cruz Roja.
Al parecer, el dispositivo GPS del vehículo les señalaba una antigua carretera que acababa en el embalse, pero la oscuridad de la noche no les permitió frenar a tiempo y el vehículo se sumergió en el agua en muy pocos minutos.
Los dos ocupantes, de origen senegalés, pudieron salir del vehículo, pero sólo uno de ellos alcanzó la orilla, mientras que el conductor desapareció bajo el agua. Según el superviviente, los dos hombres se dedicaban a la venta ambulante y volvían de la feria de la cercana localidad de Cabeza del Buey.
La pregunta que nos hacemos ahora es ¿a quién culpamos por esta muerte? ¿al dispositivo? ¿al desarrollador de mapas? ¿al usuario? Esperamos sus comentarios