Mañana 2 de noviembre comienza un proceso judicial que sentará las bases de un mercado vital para la industria de contenidos.
¿Porqué juzgar los contenidos de videojuegos y no los de películas, música o libros? Este es el argumento de los detractores de una iniciativa que consiguió que la violencia de los videojuegos se lleve a juicio en la Corte Suprema estadounidense. Y será mañana mismo cuando se inicie un procedimiento que dividió a todo el país.
Según VentureBeat, la industria de videojuegos considera que sus obras son tan artísticas como las del resto de medios, y deben ser protegidas bajo las garantías de libertad de expresión que recoge la primera enmienda.
Los acusadores, entre los que se encuentra el legislador californiano Leland Yee, denuncian que los videojuegos violentos son tan dañinos para los niños como el contenido pornográfico o las drogas, y pretenden que a partir de ahora la venta de videojuegos violentos a menores se considere ilegal, regulándose a través de calificaciones “para adultos” o “para todos los públicos”.
El juicio supondrá la batalla legal más significativa para la largamente discutida cuestión de los videojuegos violentos y presuntos ecos en la vida real. El resultado del proceso sentará las bases de regulación de una industria que supera ya en cifras a la cinematográfica.
De prosperar la denuncia, la venta de videojuegos violentos a menores de edad será ilegal, y los vendedores que la infrinjan esta ley serán castigados con duras penas.
Si por el contrario, la industria sale vencedora, los acusadores deberán correr con las costas judiciales y los programadores verán su actividad refrendada legalmente.
Queridos lectores, abrimos el debate para que nos den su opinión ¿qué se debe hacer ocn los juegos violentos? ¿están preparados para la muerte de títulos increíbles como GTA y cientos de miles más?