Un estudio realizado por la Asociación de Internautas de España señala que la distribución de películas y series por sistemas P2P responde más a la carencia en la oferta de contenidos que a una inclinación hacia la ilegalidad, por lo que piden un debate por una nueva ley de propiedad intelectual.
De acuerdo con el trabajo, entre 2009 y 2010, unos 500 usuarios han digitalizado más de 50.000 archivos de video, pero la Asociación no adjudica el fenómeno a la piratería, sino a que “en España no existe una oferta de contenidos legal como en Estados Unidos, donde diversas tiendas virtuales compiten por modelos de precios y suscripción es donde es posible visionar o descargar a la carta”.
Además, arremete contra la propia industria, a la que culpa de haber “disfrutado durante décadas del control de la copia y la imposición del dónde, cómo y cuándo se consume su producto”, negándose “a que sea la propia sociedad de consumo la que les imponga un cambio más que obvio: deben ser capaces de ofrecernos una oferta legal y asequible”.
La polémica surge en un momento polémico por la “Ley Sinde”, una norma creada por la Ministra de Cultura española Ángeles González Sinde que tiende a cerrar los sitios que provean descargas de material sin copyright.
La principal queja ante la ley es que no distingue entre criminales (quienes piratean por lucro) de los usuarios que suben contenidos sin perseguir un rédito económico, es decir, por el sólo hecho de compartir contenidos con otras personas.
Qué bajaron los usuarios
Los datos hablan por sí mismos. Los españoles descargaron 54.915 capítulos de series, correspondientes a 2.267 temporadas de 1.229 series distintas. Esto da un total de 16.854,16 GB de espacio de almacenamiento. Y más de 36 mil horas de video, es decir, cuatro años de visionado ininterrumpido.
Con respecto a las preferencias, el 43,69% de los archivos digitalizados corresponde a series no españolas, seguidas por los dibujos animados (33,60%) y –muy atrás– las series grabadas en el país ibérico (11,92%). En el fondo de la tabla se ubicaron las series de animación (5,61%) y las de temática juvenil (5,13%).
El informe hace hincapié en un hecho fáctico: “es asombroso que unos cientos de particulares cuelguen más contenido sin autorización en Internet que la propia industria con toda su maquinaria de distribución”. Ustedes qué piensan: ¿es un modo de justificar la piratería o realmente la industria no intenta en Latinoamérica y España ofrecernos más vías para disfrutar de contenido audiovisual?