Aunque el robo de NFTs es relativamente raro, cuando ocurren su impacto es importante, tanto para los afectados como para la imagen de la tecnología frente al público en general. Los incidentes revelan algunas de las debilidades y aspectos a pulir del formato.
Todd Kramer, un entusiasta de los bienes digitales, reveló recientemente la pérdida de todos sus NFTs.
Kramer había hecho clic en un enlace de un tweet que era parte de un esquema de phishing. Este descuido le permitió a los criminales acceder a su billetera virtual.
Monos, Ether y dólares
Kramer perdió unos 15 NFTs, 8 piezas de la colección Bored Apple Yacht Club y 7 de la colección Mutant Ape Yacht Club.
Los tokens tenían un valor conjunto de 615 Ethereum, el equivalente en su momento a unos USD 2,2 millones.
Respuesta
Kramer alertó a NTFX sobre lo ocurrido y solicitó la remoción de los bienes afectados. También pidió ayuda a la comunidad NFT y la compañía de compra y venta OpenSea.
Aunque no existe una declaración oficial al respecto, OpenSea habría congelado los bienes digitales robados. Esta medida es la respuesta lógica ante un incidente de tal naturaleza. Sin embargo la comunidad reaccionó con indignación señalando que este tipo de acciones no debería ser posible en un ecosistema verdaderamente descentralizado.
Cuidado con lo que deseas
En efecto, un aspecto que resulta importante para muchos entusiastas tanto de las criptomonedas y los NFTs es la capacidad de estos medios de escapar al control centralizado del estado o una empresa.
Ante el mal momento pasado por Kramer, algunos críticos han vuelto a apuntar el problema de esta visión. Un sistema no regulado te da libertad, pero carece de los esquemas de resguardo que protegen los usuarios.